Tokio, 19 may (EFE).- Japón protestó este lunes la decisión de China de incluirlo entre los países sujetos a un nuevo arancel a las importaciones de un tipo de plástico industrial, que en su caso será de hasta el 35,5 %, y dijo que analizará su impacto para tomar medidas.
“El Gobierno de Japón le ha dicho repetidas veces a China que ese tipo de producto, en el caso de las empresas japonesas, no está afectando a la industria nacional china y que no debe aplicar esa medida” sobre el país, declaró el portavoz gubernamental nipón, Yoshimasa Hayashi, sobre este asunto.
El nuevo gravamen entró en vigor hoy y afecta al copolímero de poliformaldehído procedente de Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Taiwán y Japón, de acuerdo al Ministerio de Comercio chino.
Pekín ha decidido imponer este arancel tras una investigación en la que determinó la existencia de prácticas de ‘dumping’ por parte de dichos territorio -cuando una empresa extranjera vende sus productos a un precio inferior al que aplica en su propio mercado-, que considera que causaron “un perjuicio sustancial” sobre la industria productora nacional de dicho material.
El material en cuestión puede utilizarse para sustituir metales como el zinc y el cobre, y se emplea, entre otros ámbitos, en la manufactura de equipos electrónicos, autopartes y equipos médicos.
En virtud de la nueva medida, las exportaciones japonesas a China de este tipo de plástico será del 35,5 %, con la excepción de la empresa Asahi Kasei, que recibirá una tasa específica del 24,5 %.
“Japón a va estudiar minuciosamente la medida y tomaremos las medidas adecuadas”, añadió el portavoz Hayashi.
Pekín ha establecido la tasa más alta para EE.UU., del 74,9 %, mientras que la de la UE se sitúa en el 34,5 % y la de Taiwán en el 32,6 %, con tarifas específicas para dos empresas concretas, Formosa Plastics (4 %) y Polyplastics Taiwan (3,8 %).