Jokic busca extender su dominio en Europa ante la Alemania de Wagner y la Grecia de Anteto

El serbio Nikola Jokic (d) en acción contra el esloveno Alen Omic (i) durante el partido amistoso que disputaron ambas selecciones el 21 de agosto, en Belgrado. EFE/EPA/ANDREJ CUKIC

Pedro Martín

Redacción deportes, 26 ago (EFE).- A las puertas del inicio del Eurobasket 2025, la selección de Serbia, liderada por Nikola Jokic, tres veces nombrado Mejor Jugador de la NBA, se postula como la gran favorita ante otros equipos como Alemania, campeona del mundo; Francia, subcampeona olímpica; Grecia, con Giannis Antetokounmpo a la cabeza; o España, que buscará revalidar el título con un equipo renovado y escaso de grandes individualidades.

Después de dominar la liga estadounidense y recibir el MVP de las temporadas 2021, 2022 y 2024, Jokic buscará ganar su primer gran torneo con la selección de Serbia, entrenada por Svetislav Pesic, que todavía no ha levantado ningún campeonato europeo desde la disolución de la República Federal de Yugolsavia en 2003, con su última conquista continental lograda en 2001.

Inamovible desde el primer día para la FIBA, Serbia es la principal favorita para este torneo, seguida de Alemania, sumida en un nuevo proyecto bajo la batuta de Álex Mumbrú en el banquillo, mismo caso que Francia, tercera en las apuestas, con Frédéric Fauthoux como sustituto de Vincent Collet, seleccionador desde 2009 hasta 2024.

Alemania, campeona en el pasado campeonato del mundo, promete volver a dar pelea liderada por sus dos grandes estrellas, los exteriores Dennis Schröeder y Franz Wagner. Por su parte, Francia acude a este Europeo con multitud de bajas, especialmente en el juego interior, sin Rudy Gobert, Victor Wembanyama, Mathias Lessort ni Vincent Poirier, pero con varios clásicos del baloncesto europeo y con una combinación casi única de físico y talento en su plantilla.

Por su parte, Grecia tratará de recuperar el terreno perdido estos años encomendada a Giannis Antetokounmpo, su principal referente, Mejor Jugador de la NBA en 2019 y 2020 que, al igual que Jokic, busca extender su superioridad con su primer gran título FIBA con su selección nacional. Algo que, en 2017, Luka Doncic consiguió con Eslovenia, que a pesar de contar con varias bajas, tratará de volver a dar la sorpresa en esta edición.

Otra machada histórica sería la de España, que defenderá título en el último torneo de Sergio Scariolo en el banquillo, con un equipo joven y sin grandes referentes, después de un ciclo ganador histórico cimentado en leyendas del baloncesto europeo como Pau y Marc Gasol o, más recientemente, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez o Sergio Llull.

Asimismo, selecciones como Lituania, Turquía, Letonia o Italia se postulan como los candidatos a ser la sorpresa de esta edición, que se celebra del 27 de agosto al 14 de septiembre en cuatro países, Chipre, Finlandia, Polonia y Letonia.

Lituania, sin su principal estrella, Domantas Sabonis, confiará en la experiencia de Jonas Valanciunas para tratar de asestar un golpe en este campeonato, carente de grandes estrellas interiores más allá de los mencionados Jokic o Antetokounmpo.

En la misma coyuntura se encuentra la Turquía de Alperen Sengün, jugador de los Houston Rockets. A sus 23 años, el pívot regresa con su país después de ser el líder indiscutible del equipo en el Eurobasket de 2022, que cayó ante Francia en octavos de final, y en el que promedió 16,8 puntos y 8,2 rebotes por partido.

La selección de Letonia, una de las anfitrionas del torneo, se encomendará una vez más al bloque liderado por Kristaps Porzingis, otro pívot sobrado de calidad pero muy castigado por las lesiones los últimos años, para tratar de hacer efectivo el factor público, y repetir las sensaciones de la pasada Copa del mundo, en la que finalizaron en un gran quinto puesto.

Así, con la sensación de ser el campeonato de Serbia y de Nikola Jokic, el resto de selecciones aguardarán su oportunidad y prometen dar pelea para levantar el título continental, todavía en las manos de la selección española, que lidera el palmarés con cuatro títulos, solo por detrás de las ya extintas Unión Soviética, con 14, y de la antigua Yugoslavia, con 5. EFE

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