Tokio, 16 sep (EFE).- Hace trece meses, Jordan Díaz se proclamó campeón olímpico de triple salto en París y ahora, tras superar una lesión en el tendón rotuliano de la rodilla derecha que apenas le ha dejado competir este año, llega «sin presión» a los Mundiales de Tokio pero con «el objetivo de estar en el podio».
Jordan Díaz (La Habana, 2001), de origen cubano, es uno de los mejores atletas españoles y, pese a su juventud, ya ha demostrado su valía con dos importantes victorias en los Juegos Olímpicos de París y el Europeo de Roma, ambos en 2024. Además, en la capital italiana, con 18,18 metros, alcanzó la tercera mejor marca de la historia.
Desde ese éxito en París, el tiempo se detuvo para Jordan. «Estos trece meses lo he pasado fatal, lo he pasado muy mal, y más teniendo el Mundial y viendo que no llegaba. Tenía la cabeza un poco en el aire pero ya he visto la luz al final del túnel y estamos aquí», confiesa el atleta español a los periodistas desplazados a Tokio en el hotel de la selección española.
Este año su única competición fue en Tarragona, el 3 de agosto, y un único salto de 17,16 le valió para ser campeón.
«Creo que llego bastante bien, con muchas ganas de competir. Llevo varios días aquí, veo a mis compañeros competir y al final eso me da emoción. Estoy entrenando bastante bien, que es lo importante. La pista está increíble y este estadio, cuando está lleno, es brutal. Es las misma sensación que en París aunque es un poco más pequeño», confesó.
Jordan es entrenado por Iván Pedroso, campeón olímpico y mundial de salto de longitud, en el mismo grupo de trabajo en Guadalajara de la también española Fátima Diame o la venezolana Yulimar Rojas.
«Iván me ha dicho que siga haciendo lo de siempre, que es disfrutar, que es lo que se suele perder en cada competición grande. Y eso intento. A mí no me ha cambiado la vida desde el oro olímpico, sigo siendo el mismo. Si no hubiera tenido la lesión hubiese estado en todos los circuitos competitivos pero el cuerpo no me lo permite y al final teníamos un reto, que es llegar lo mejor posible a este Mundial», comentó.
Esta situación derivada de la lesión le ha influido a nivel personal pero no tanto a nivel deportivo. «De hace a un año a esta parte diría que he cambiado en que ahora tengo un poco más de experiencia y más tranquilidad mental. Al final compito con los mismas atletas que competí el año pasado. Todos somos atletas y nos crecemos en las competiciones grandes».
«Para los Juegos, cuando llegué a París, estaba un poquito más preparado. Había saltado en Roma 18,18 y tenía una visión de más o menos como estaba. Este año solo he saltado en el Campeonato de España pero no estoy mal. Tampoco voy a decir que voy a salir vendado pero tengo que tener precaución», señaló.
«Lo que no tengo es presión, eso tenía el año pasado, este ya no. Cumplí mi sueño el año pasado y creo que todo lo que pase a partir de ahora son otras cosas. Ahora quiero seguir haciendo crecer la historia. Creo que no tengo nada que perder. He tenido una temporada bastante de subidas y bajadas y todo puede pasar», manifestó.
«Me queda ser campeón del mundo y cualquier medalla me vale siempre en cada competición. Estar en el podio es el objetivo pero tampoco me quiero enfrascar mucho en eso.El lema de Iván Pedroso de ‘si quieres ser campeón hay que tener hambre’ nunca se va a ir y además viniendo del país de que vengo», apuntó Jordan, que no sabe en que marca estarán las medallas.
«Si se mantiene así el tiempo y el aire nos respeta será un buen concurso. La lluvia es lo más peligroso. Siempre es peligroso en la parte de del salto y más por la tabla, que si le cae una gota empieza a patinar», dijo.
Lo que de momento no parece ver claro a corto plazo Jordan Díaz es la posibilidad de batir el récord mundial de Jonathan Edwards de 18,29 metros, vigente desde 1995.
«He hablado cinco minutos con Jonathan Edwards y fue en la Casa de París. No hablamos de nada técnico, fue a felicitarme. Corría una barbaridad y yo no creo que llegue a esa velocidad. Yo lo compenso un poco más con la fuerza en la parte de los saltos, pero la velocidad claramente es muy importante y si pierdes velocidad se nota. Espero que cuando pueda solucionar mi problema poder salta más y arreglar esas cosas que me faltan, lo que me queda», concluyó.
David Ramiro