Madrid, 8 abr (EFE).- El barón von Rolland, un judío nazi que trabajó como espía para Alemania en Barcelona durante la Primera Guerra Mundial y que desapareció misteriosamente en 1949 es el protagonista de ‘El espía’ (Planeta), la nueva novela en solitario de Jorge Díaz, uno de los integrantes del trío Carmen Mola.
“Yo creo que soy mejor escritor después de Carmen Mola”, ha dicho el autor durante la presentación de la novela, un thriller histórico, de espionaje y policial que combina realidad y ficción entre la Barcelona de principios del siglo XX y la Almería de 1952.
Se trata de la quinta novela en solitario de Díaz, pero la primera tras el éxito de Carmen Mola, el trío que forma junto a Agustín Martínez y Antonio Mercero, ganadores del Premio Planeta en 2021 con ‘La bestia’ y que han vendido más de tres millones de ejemplares de sus siete novelas.
“Con ellos he aprendido a no darme nunca por satisfecho, a dar siempre una vuelta más y a no pensar que la primera idea es la mejor”, ha señalado el escritor y guionista de televisión alicantino.
El barón Von Rolland fue un personaje real, un judío nacido en Tesalónica cuyo verdadero nombre era Isaac Ezratty y que trabajó como espía alemán en Barcelona entre 1914 y 1918, con la misión de sabotear el abastecimiento de los aliados durante la guerra.
Años después, durante la Segunda Guerra Mundial, fue enviado a Argentina donde se dedicó a abastecer a Alemania a través de empresas pantalla. Detenido e interrogado por los aliados al finalizar la contienda, colaboró abiertamente con ellos, fue puesto en libertad y se instaló en España, donde le concedieron la nacionalidad y se perdió su pista en febrero de 1949.
Díaz ha explicado que llegó a este personaje a raíz de ‘La verdad sobre el caso Savolta’ de Eduardo Mendoza, una de sus novelas de cabecera desde que la leyó por primera vez siendo adolescente. La novela de Mendoza se inspiraba en un caso real, el asesinato de Josep Albert Barret, un industrial barcelonés que había llegado a un acuerdo para fabricar espoletas de granadas para el ejército francés y que murió en un atentado.
A partir de esa historia descubre también a otro de los personajes principales y reales de ‘El espía’, el comisario Manuel Brabo Portillo quien, además de colaborar con los alemanes, destacó en la guerra sucia contra los sindicatos anarquistas que tenían mucha fuerza en esa época.
Al autor le fascina la Barcelona de principios del siglo XX, en la que también se desarrollan dos de sus novelas anteriores en solitario, una ciudad en la que convivían “pistoleros, espías, anarquistas, periodistas y políticos corruptos, cabarés, terroristas, huelgas, drogas”.
La parte ficticia de la novela es la que se desarrolla en Mojácar en 1952, cuando Von Rolland es asesinado -es el arranque de la trama- y un joven cabo de la guardia civil, Javier Bermejo, es enviado desde Madrid para investigar lo que aparentemente es un brutal crimen rural.
“Mi manera de matar se la debo a Carmen Mola”, ha confesado Díaz, que ha dicho haber disfrutado de “volver a estar solo” aunque también ha echado de menos a sus compañeros, inmersos en sus respectivas aventuras en solitario, aunque tienen previsto volver a escribir juntos más adelante.
“Hemos pactado no consultarnos en nuestras novelas para que no salgan tres mini-Molas”, ha ironizado Díaz.
‘El espía’ alterna la investigación policial, ficticia, con los interrogatorios y la vida del barón, basados en la historia real, en la que también aparecen Pilar Millán Astray, hermana del fundador de la Legión y colaboradora en labores de espionaje de Ezratty y Brabo Portillo y el almirante y jefe de la inteligencia alemana Willhelm Canaris, opuesto a Hitler.
“A mi los malos me caen bien”, ha asegurado Díaz, “en las novelas, no en la vida real”. Preguntado por la polémica retirada del libro de Luisgé Martín sobre José Bretón, que asesinó a sus propios hijos, ha manifestado su opinión de que “no se debe censurar, se debería poder publicar”, y después ha matizado que no lo ha leído.