Rabat, 2 oct (EFE).- Decenas de jóvenes marroquíes se manifestaron este jueves en Rabat para exigir la destitución del presidente del Gobierno, Aziz Ajanuch, así como la reforma de los sectores de la sanidad y la educación, en el marco de protestas populares que comenzaron el sábado y que en ocasiones derivaron en disturbios.

Los manifestantes, reunidos en la calle Francia, en el acomodado barrio de Agdal, corearon consignas como «Queremos un buen hospital para jóvenes y ancianos», «Ajanuch, cobarde, el pueblo no se humilla», «Más escuelas y menos policías» y «Libertad, dignidad y justicia social».

Aunque la participación fue baja, esta protesta atrajo la atención de los medios de comunicación y de la opinión pública rabatí por ser la primera permitida por las autoridades en la capital marroquí desde que comenzaron las movilizaciones juveniles.
Los manifestantes, convocados por el movimiento juvenil GENZ212 que nació en las redes sociales, criticaron que el Gobierno marroquí destine recursos a la construcción de estadios de fútbol para el Mundial de 2030, que organizará junto a España y Portugal, en lugar de invertirlos en el sector sanitario.
En este contexto, corearon lemas como: «No queremos la copa del mundo, la salud primero».
«Estamos aquí en una manifestación pacífica para exigir la reforma de la educación y la sanidad, especialmente en las zonas marginadas», declaró a EFE el estudiante universitario Sufian Harhari, de 24 años, uno de los participantes.
En el ámbito sanitario, recordó datos recientes del organismo oficial marroquí de estadísticas que revelan que el número de médicos del sector público no supera los 15.000, en un país de 37 millones de habitantes, con una ratio de apenas cuatro médicos por cada 10.000 habitantes.
Asimismo, criticó que Marruecos no haya actualizado sus programas educativos desde hace años, pese a los avances diarios en informática e inteligencia artificial.
Harhari, que nunca ha pertenecido a ningún partido político, dijo que con estas protestas buscan hacer llegar la voz del pueblo al Estado y llamar la atención para se corrijan las deficiencias de los sectores de la sanidad y la educación.
El acto contó con un despliegue policial y de fuerzas antidisturbios considerable, aunque los manifestantes mantuvieron una actitud pacífica, no pararon el tráfico y finalizaron la protesta a la hora prevista.
Este jueves también hubo protestas similares en otras 12 ciudades, entre ellas Casablanca y Tetuán, todas ellas sin incidentes graves, a diferencia de los días anteriores, cuando tres personas murieron, cientos resultaron heridas y se produjeron importantes daños materiales.
Hoy mismo, el presidente Ajanuch afirmó que su ejecutivo está dispuesto a responder a las demandas expresadas por los jóvenes durante las protestas que se han vivido en los últimos seis días en diferentes localidades del país, y lamentó la «escalada de violencia».