Bogotá, 1 sep (EFE).- El asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán, el 18 de agosto de 1989, no solo marcó a Colombia sino también a sus hijos, el mayor de los cuales, Juan Manuel, explica en una entrevista con EFE cómo transformar ese recuerdo en motor político para disputar la Presidencia en 2026.
«No nos asusta la competencia. Queremos demostrar que hay otra manera de hacer política», asegura en una entrevista con EFE Juan Manuel Galán, quien a los 52 años se ha postulado como precandidato presidencial por el Nuevo Liberalismo, partido fundado por su padre.
El mayor de los hijos de Galán entró en la política muy joven, con solo 17 años, tras el asesinato de su padre, favorito para ganar las elecciones presidenciales de 1990, durante un mitin en la localidad de Soacha, al sur de Bogotá.
En el sepelio, Juan Manuel Galán le encomendó al exministro liberal César Gaviria tomar «las banderas» de su padre, una indicación que fue suficiente para ganar las elecciones y convertirlo en presidente de Colombia en el periodo 1990-1994.
Después de varios años de exilio en Francia junto con su madre y sus hermanos, Juan Manuel Galán regresó a Colombia como viceministro de la Juventud y luego fue analista político en radio, ministro plenipotenciario en la embajada en Londres y senador por tres periodos, de 2006 a 2018.
Blindar la democracia

El exsenador asegura que su hoja de ruta pasa por blindar la democracia y evitar que el país vuelva a los años más oscuros de la violencia política.
«Colombia debe sacar adelante su proceso electoral, como en 1990, cuando la violencia no impidió que la democracia triunfara», afirma al referirse al reciente asesinato del senador y también precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.
Galán ya había probado suerte en las presidenciales de 2018, pero ahora asegura que la apuesta es distinta. La clave, explica, es el renacer del partido fundado por su padre, que desapareció tras su magnicidio, pero que volvió a la vida política en 2021 por decisión de la Corte Constitucional.
«Hoy el Nuevo Liberalismo cuenta con 58 alcaldías, 320 concejales y 11 diputados, una estructura que no teníamos en 2018», asegura.
Ese regreso a la arena política, que ha calificado como «acto de reparación de la Corte», le permite competir con una estructura que no tenía en su primera candidatura.
Además, su apellido lo mantiene en el centro del escenario nacional: su hermano menor, Carlos Fernando Galán, es el actual alcalde de Bogotá, la segunda posición de elección popular más importante del país.
«Pensamos distinto en varios temas, pero siempre hemos puesto por encima nuestra hermandad y el legado político que compartimos», afirma.
Candidatura con sello social y reformista

Juan Manuel Galán, que como senador impulsó leyes como la de tratamiento para las personas con problemas de adicción a las drogas, la de salud mental y la que regula el uso medicinal del cannabis, insiste en que Colombia necesita fortalecer su sistema sanitario.
En su opinión, el actual Gobierno «ha querido marchitar y acabar con un modelo que durante más de 30 años ha tenido éxitos muy importantes», y propone medidas de choque para salvarlo, entre ellas mejorar la financiación de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) y garantizar la liquidez del sistema.
Igualmente, advierte que el país necesita «superar la guerra contra las drogas» y centrar sus esfuerzos en el desarrollo rural y la prevención del consumo.
Rechaza, además, que Colombia dependa de mecanismos externos para medir sus avances en la lucha antidrogas, pero advirtió sobre el riesgo de sanciones por parte de Washington.
«Tenemos que fortalecer las relaciones con Estados Unidos. Todo apunta a que vamos a tener una descertificación y el próximo Gobierno va a tener que emprender la recuperación de sus efectos», señala.
La sombra del pasado y la apuesta por el futuro
La figura de Luis Carlos Galán marca la conversación política cada vez que su hijo toma la palabra. «El asesinato de mi padre truncó un proyecto democrático que hoy retomamos, porque el país es distinto, las amenazas persisten y no podemos repetir los errores del pasado», afirma.
Sin embargo, insiste en que su precandidatura no busca apelar a la nostalgia sino ofrecer soluciones a los problemas actuales: la inseguridad, la falta de empleo y la desigualdad.
«Desde el asesinato de mi papá sentimos el deseo de comprometernos con un legado, con unos principios y unos valores que él defendió en la política desde el Nuevo Liberalismo», añade.
De cara a las elecciones presidenciales del 29 de mayo de 2026, Galán sabe que tendrá que abrirse espacio frente a figuras ya posicionadas y partidos tradicionales que buscan recuperar terreno.
El panorama electoral se perfila con más de 70 precandidatos inscritos para la contienda, pero el Nuevo Liberalismo prevé definir un candidato único mediante una consulta interpartidista con sectores afines.
«Estamos listos para competir, pero también para dialogar con otras fuerzas políticas que comparten nuestra visión de país», asegura.
Paula Cabaleiro