Granada, 25 jul (EFE).- La entrega del hijo menor de Juana Rivas, de 11 años, a su padre, el italiano Francesco Arcuri, quien tiene su custodia, se ha formalizado este viernes con un intercambio privado que ha puesto fin a una tensa semana de cruce de acusaciones e intentos por frenarlo, aunque la madre asegura que continuará la «lucha» en Italia.

El acto de entrega se ha llevado a cabo en sede judicial y de forma más íntima y ordenada que en el primer intento de entrega del martes, cuando el enorme revuelo mediático y los momentos de tensión vividos en el punto de encuentro familiar en el que se fijó inicialmente el intercambio llevaron a la juez de Primera Instancia 3 de Granada a aplazarlo con mayores condiciones de privacidad y seguridad por recomendación de los especialistas que asistieron al niño.

Tal y como estableció la juez, los progenitores llegaron a primera hora de esta mañana al lugar acordado acompañados exclusivamente de sus abogados para evitar interferencias tras lo ocurrido en la primera cita, a la que acudieron también asesores y familiares, como el hermano mayor de Daniel, para estar presentes durante el proceso.
Rivas y Arcuri se personaron esta mañana en los Juzgados de Caleta, el sitio fijado, con media hora de diferencia y en coche privado con acceso directo al garaje para evitar una «sobrexposición innecesaria», según lo acordado por la juez, lo que no impidió en cualquier caso la presencia de medios de comunicación.
Juana Rivas fue la primera en llegar al lugar poco después de las nueve de la mañana, media hora antes que su expareja. Minutos después de las 11:00 horas, Rivas abandonaba el lugar en coche junto a su abogado, mientras que Arcuri hacía lo propio a las 12:15 horas en compañía de su hijo y su abogado y escoltados por la Policía Nacional para volar hacia Carloforte, en Cerdeña (Italia), donde reside el italiano.
Según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, la entrega del menor se produjo después de que, esta misma mañana, el Juzgado de Instrucción 9 de Granada resolviera la petición de medidas cautelares que el mayor de los hijos de la expareja, Gabriel, solicitó este jueves en la querella que presentó contra su padre y una psicóloga.
La titular del juzgado instructor, con el apoyo de la Fiscalía, rechazó esas medidas cautelares, lo que permitió, horas después, completar el proceso de intercambio.
Hasta que concluyó la entrega, Juana Rivas estuvo con Daniel y el equipo de psicólogos y pudo despedirse del menor antes de abandonar con su abogado la sede judicial, según el TSJA. El niño completó su encuentro con el padre acompañado de las psicólogas y trabajadoras sociales designadas y sin interferencias.
Según el abogado español de Arcuri, Enrique Zambrano, el reencuentro del niño con su padre tras los siete meses en los que el menor ha residido en España con su madre ha sido «ágil» y satisfactorio tras las complicaciones del primer intento: el niño se ha marchado «tranquilo y contento» aunque con un cansancio apreciable, ha indicado a EFE el letrado.
«No nos rendiremos jamás», dicen los abogados de Rivas
Pero el equipo jurídico de Juana Rivas, liderado por Carlos Aránguez, ha manifestado que no se rendirán «jamás» y que ahora trasladarán su «lucha» a Italia, donde está recurrida la custodia y donde pedirán medidas de protección.
«Nos parece increíble que un niño de 11 años llegue al tribunal de la mano de su padre acusado de maltratarlo», han indicado tras recordar que Arcuri se enfrentará en septiembre en Italia a un juicio por presunto maltrato a sus hijos.
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha vuelto a pronunciarse este viernes para considerar que antes de decidir la entrega del niño «debería producirse el juicio» al padre e incidir en la importancia de «escuchar al menor».
El proceso de entrega se ha completado justo un día después de que la Audiencia de Granada estimara parcialmente un recurso de Arcuri y ordenara al Juzgado de Instrucción 4 investigar a Juana Rivas por un posible delito de sustracción de menores, el mismo por el que fue condenada en 2018 y posteriormente indultada.
El auto niega que la medida cautelar que en enero permitió aplazar la vuelta con el padre de Daniel, que viajó a España en diciembre para pasar las vacaciones de Navidad con su madre, pueda seguir vigente después de que la Corte de Apelación de Cagliari confirmara el pasado febrero que la custodia del menor corresponde al padre.
Juana Rivas ya fue condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, una condena que el Tribunal Supremo (TS) redujo en 2021 a la mitad y que, por indulto parcial aprobado en 2021, quedó finalmente en un año y tres meses de prisión.
La vigencia del indulto está condicionada a que no cometa el mismo delito por el que fue condenada en el periodo de cuatro años, plazo que aún está vigente.
Este largo periplo judicial se remonta al verano de 2017, cuando Juana Rivas estuvo un mes en paradero desconocido con sus hijos para no entregarlos al padre con el argumento de protegerlos de Arcuri. En aquel entonces sus hijos tenían 11 y 3 años; hoy el mayor de ellos, Gabriel, ya tiene 19.