Los Ángeles (EE.UU.), 2 oct (EFE).- Un juez de inmigración de Estados Unidos negó reabrir el caso del salvadoreño Kilmar Ábrego García, reduciendo sus posibilidades de evitar la deportación y obligándolo a buscar una apelación, según informan medios estadounidenses.
Los abogados de Ábrego García habían presentado en agosto pasado una moción de emergencia para reabrir su proceso migratorio, tras ser regresado al país al determinarse que fue deportado por error, argumentando que ahora es elegible para solicitar asilo.
Sin embargo, el juez de Inmigración Philip Taylor negó este miércoles la moción argumentando que la solicitud es «inoportuna» porque la presentó casi seis años después de su proceso migratorio que se dio en 2019, es decir, más allá del plazo de 90 días requerido, según una copia de la decisión obtenida por el canal ABC.
El revés obliga a los abogados de Ábrego García a acudir a la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA), que ha endurecido sus fallos en los últimos meses, como en el caso del periodista Mario Guevara, al que le negó una moción para detener su deportación.
Los abogados de Ábrego García también habían mencionado en la petición al juez las amenazas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de enviarlo a Uganda, Esuatini o cualquier otro tercer país. Pero el juez Taylor concluyó que no hay «pruebas suficientes» de que el Gobierno estadounidense cumplirá con su advertencia.
Por su parte, el DHS aplaudió el fallo en un mensaje en X y subrayó que la orden final de deportación contra Ábrego García se mantiene.
«Sus abogados intentaron impedir su deportación de Estados Unidos, pero una cosa es segura: este salvadoreño no podrá permanecer en nuestro país», sentenciaron.
El salvadoreño, que trabajaba y vivía en Maryland junto a su esposa y sus tres hijos cuando fue arrestado por las autoridades a inicios de este año, pasó varios meses detenido en la cárcel de máxima seguridad CECOT en El Salvador, tras haber sido deportado por un «error administrativo», pese a que contaba con un beneficio migratorio que impedía su expulsión.
Tras una ardua batalla legal, el Gobierno de Donald Trump lo devolvió a EE.UU., donde fue arrestado nuevamente y permanece bajo custodia de las autoridades migratorias.
Las autoridades estadounidenses buscan deportarlo a Esuatini, un pequeño país al sur de África, después de que este rechazara ser deportado a Uganda, el primer destino propuesto por la Administración Trump.
Abrego, que huyó a EE.UU. hace más de una década tras recibir amenazas de pandillas en su país natal, se ha convertido en uno de los rostros más visibles de la lucha por garantizar el debido proceso a los inmigrantes en EE.UU.