Juicio en Francia contra un hombre acusado de la desaparición de su mujer

Miles de personas participan en una manifestación feminista en París, el 23 de junio de 2024. EFE/Teresa Suarez

París, 22 sep (EFE).- Un hombre de 38 años comparece desde este lunes en Albi (sur de Francia) en un juicio ultra mediatizado por el asesinato y la desaparición en diciembre de 2020 de la que era su mujer y madre de sus dos hijos, de la que estaba en proceso de separación, y cuyo cuerpo no ha podido ser encontrado.

Cédric Jubillar, que según los periodistas presentes fue introducido en el tribunal de Albi con la cabeza cubierta desde el furgón policial con el que había sido trasladado desde la prisión, habló al comienzo del proceso solo para dar su nombre y su profesión, pintor y escayolista, cuando se lo preguntó la presidenta.

Una vez designados los miembros del jurado popular por sorteo, el juicio en el que se han acreditado más de 300 periodistas va a desarrollarse durante cuatro semanas en las que desfilarán ante el Tribunal de lo Criminal del departamento de Tarn 65 testigos y once peritos para determinar la culpabilidad o inocencia de este hombre que durante toda la instrucción ha negado su responsabilidad.

Acusado de lo que la Fiscalía presenta como un feminicidio, en caso de que se demuestre su culpabilidad podría ser condenado a cadena perpetua.

La principal incógnita que sobrevuela este proceso es qué ocurrió exactamente con Delphine Jubillar, que desapareció en la noche del 15 al 16 de diciembre de 2020 de la casa familiar en la que estaba con quien era todavía su marido y los dos hijos.

De madrugada, Cédric Jubillar llamó a la Gendarmería para decir que no encontraba a su mujer.

Las sospechas rápidamente se dirigieron hacia él teniendo en cuenta que el matrimonio estaba en proceso de separación, que la mujer mantenía una relación con otro hombre y que, como se supo más tarde, el marido había contado semanas antes a su madre -que lo ha dicho durante la instrucción- que estaba dispuesto a matarla.

Su abogada, Emmanuelle Franck, sin embargo, ha insistido, en declaraciones a la emisora ICI Occitanie en que «nada lo acusa, sino la idea que tienen los investigadores, que desde el principio han estado convencidos de que es un feminicidio».

Franck se ha quejado de que «aparte de eso, no hay absolutamente nada» y ha tratado de convencer de que durante el proceso de divorcio todo se había desarrollado sin violencia, de forma amistosa.

Las numerosas batidas que se han organizado para encontrar el cuerpo de la víctima, que tenía 33 años en diciembre de 2020, no han dado resultado, de forma que las principales pruebas de la acusación son algunos de los testimonios.

Entre ellos uno de los hijos de la pareja, Louis Jubillar, que tiene ahora 11 años y que ha afirmado que se despertó la noche de autos y escuchó cómo sus padres estaban discutiendo.