Madrid, 23 abr (EFE).- El exjugador del Barcelona Julio Salinas dijo este miércoles a EFE, durante el trayecto en el tren que trasladó el trofeo de la Copa del Rey de Madrid a Sevilla, que en Bilbao, su ciudad natal, “se enfadan” con él porque dice que es “culé”, pero afirmó que lo es “a muerte”.
El trofeo de la Copa del Rey viajó este lunes en tren de Madrid a Sevilla, donde el próximo sábado lucharán por él Barcelona y Real Madrid, y Julio Salinas y Pepe, exjugador del equipo blanco, ejercieron de embajadores de los dos clubes finalistas.
El exdelantero del Barcelona repasó con EFE la actualidad del equipo de Hansi Flick y compartió recuerdos de la final que ganó en 1990 ante el conjunto blanco (2-0), en la que anotó un gol.
Sobre lo que se siente por su exequipo antes de estas finales, reconoció: “Sí, me pongo nervioso, alguno se me enfada en Bilbao porque dicen que soy del Barcelona, pero lo soy a muerte, mis hijos son auténticos forofos”.
“Uno está nervioso porque sabe lo que significa y te das cuenta cuando pasa el tiempo más que cuando jugabas. Cuando juegas estás en tu mundo, es otra historia, pero cuando te retiras ves lo que significa y es increíble, son sentimientos de miles de personas”, destacó.
“Yo dormía muy mal la noche de antes (de una final), veo a Lamine con los cascos en la Eurocopa…durmiéndose cuando jugaba la final, y yo no, yo pasaba unos nervios increíbles, te iba todo en esas finales”, reconoció.
Sobre la que ganó en 1990 con el Barcelona ante el Real Madrid, resaltó que se jugaban “la continuidad de un proyecto”, que estaban siempre “con la soga al cuello”, y que previamente tuvo “esa sensación de que ibas al baño 50 veces”. “Estás en una nube de nerviosismo hasta que pita” el árbitro el comienzo del partido, apostilló.
Para Salinas, fue la final de Copa del Rey más especial. “En esa era actor principal, jugué y marqué, además veníamos de un Madrid de la ‘Quinta del Buitre’ que había ganado cino ligas seguidas y ese fue el hundimiento del Titanic”, subrayó.
A partir de entonces “no levantaron cabeza y nosotros ganamos cuatro ligas”, dijo, y añadió que “marcó un inicio de proyecto con una forma de juego diferente”, pues de haber perdido “probablemente hubiesen echado a Johan Cruyff” del Barcelona.
A la pregunta de quién sería en la actual plantilla del Barcelona si aún fuese futbolista profesional, respondió: “Yo sería un Ferrán Torres, un jugador importantísimo que siempre que sale cumple, marca cuando sale del banquillo, siempre animado, colaborando…lo bueno de esta plantilla es que los de segunda linea marcan también, sin ellos sería imposible ganar”.
Claudio Luca Rosa