Barcelona, 7 sep (EFE).- El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha avisado este domingo que el margen de maniobra para negociar el proyecto de ley para reducir la jornada laboral, que llegará al Congreso el próximo miércoles, es «muy reducido» y ha reprochado que el Gobierno haya «precipitado» la votación.
En declaraciones a los periodistas desde la Escuela de Verano de la JNC, en Sant Esteve de Palautordera (Barcelona), Turull ha asegurado que en las últimas semanas no ha habido ningún avance en la negociación con el Gobierno sobre esta medida: «Estamos exactamente donde estábamos en julio».
El dirigente de Junts también ha afirmado que no le «consta» que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, esté negociando directamente con el líder de Junts, Carles Puigdemont, sobre esta cuestión, tal y como dijo este sábado la también ministra de Trabajo, quien afirmó que no retirarán el proyecto de ley para reducir la jornada laboral, cuya tramitación parlamentaria está amenazada ante las enmiendas a la totalidad presentadas por Junts, el PP y Vox que debatirá el miércoles el Congreso.
«Se emperran en la cuadratura del círculo. Se quiere tomar una medida sin tener en cuenta todas las derivadas para la pequeña y mediana empresa, todas las entidades del tercer sector, a las que esto les supondrá un sobrecoste y no se les dice cómo se les compensará», ha reprochado.
Turull, que ha señalado que tanto él como la líder de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, sí que mantienen contactos con el Gobierno y con Sumar sobre este tema, ha lamentado que el Ejecutivo haya «precipitado» esta votación, por lo que «el margen de maniobra es muy reducido».
«Vemos esta medida como un eslogan, no como un derecho a ganar. Un eslogan y una campaña que ha querido hacer Yolanda Díaz», ha opinado el dirigente de Junts, que ha pedido «un debate sereno» y recuperar «el diálogo social».
Turull ha vuelto a reclamar una «adaptación» de la medida para las pequeñas y las medianas empresas a las que la reducción del horario laboral «puede poner en riesgo».
«Estamos de acuerdo con que la gente trabaje menos horas, y sobre todo lo que queremos es que cobren sueldos más dignos. Miremos cómo podemos hacer compatible esto, desde el diálogo social. Lo que no se puede es imponer una parte», ha agregado. EFE
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