Barcelona, 13 mar (EFE).- Katharina Wagner reinterpreta la ópera ‘Lohengrin’, de su bisabuelo Richard Wagner, en la producción que tendrá su estreno mundial en el Gran Teatre del Liceu el día 17 y de la que se esperaba que hablara este jueves en rueda de prensa, aunque, finalmente, se ha excusado su presencia al no sentirse “cómoda”.
El director artístico del Liceu, Víctor García de Gomar, ha señalado, al principio de su intervención, que durante todo proceso creativo hay momentos álgidos y de euforia y otros que pueden ser más frustrantes, que tienen que ver con lo que ha denominado “la cocina de los proyectos”.
Sin embargo, al responder las preguntas de los periodistas ha acabado reconociendo que la ausencia de la directora artística de la ópera este jueves tiene que ver con una “discrepancia externa” al teatro, una “discusión heredada” entre ella y la soprano sueca Iréne Theorin, quien de las seis funciones que se ofrecerán de la obra, entre el 17 y el 30 de marzo, sólo participará en cinco, dejando la de la inauguración, cuando se espera que Katharina esté presente, a Miina-Lissa Värelä.
El Liceu ha buscado la “mejor solución posible” ante este hecho con el fin de no “renunciar a nada”, teniendo en cuenta que la desavenencia entre ambas es posterior al contrato del elenco, que debían haber estrenado el montaje en marzo de 2020 -incluso se habían hecho algunos ensayos- y fue suspendido por la pandemia de coronavirus.
“Esto es como tener una mesa parada y, como somos los anfitriones, queremos que todo el mundo se sienta cómodo, de manera que Miina-Lissa actuará el primer día e Iréne los siguientes”, ha aseverado.
A la vez, ha dejado claro que aunque hoy no se haya explicado Katharina Wagner -que también es la directora del Festival de Bayreuth- lo que es seguro es que el próximo lunes habrá el estreno y “los problemas que puedan haber serán resueltos en favor de la producción”.
El director musical Josep Pons ha apuntado que los cantantes y los músicos se explicarán el lunes. “Espero que nos explicaremos mejor entonces”, ha apostillado.
Los buenos son los malos y los malos son los buenos
Aunque Wagner no se encontraba en la sala, García de Gomar sí ha avanzado que en la dramaturgia de esta propuesta hay una reinterpretación de los personajes de Richard Wagner, de manera que “los buenos son malos y los malos son buenos”, con un asesinato al principio, que lo cambiará todo, y que será contemplado por un cisne negro (un robot, en realidad) en un lago artificial.
La directora de esta producción describe un mundo frío que parece resurgir con la llegada del caballero Lohengrin, defensor de Elsa, a quien el noble Friedrich von Telramund acusa de haber matado a su hermano Gottfried, el heredero del ducado de Brabante.
Entre todos ellos se interpondrá Ortrud, esposa de Telramund, y que Richard Wagner describía como una bruja malvada.
El tenor alemán Klaus Florian Vogt, en el papel de Lohengrin, así como la soprano finlandesa Miina-Lissa Värela (Ortrud el día del estreno) y Elisabeth Teige (Elsa von Brabant) han coincidido que esta nueva perspectiva de la obra les supone un reto.
Para Vogt, su nueva caracterización le invita a descubrir nuevos matices del personaje, algo que le gusta.
Entiende que lo más especial de él son “estos pasajes tan líricos, potentes, dramáticos, con un gran abanico de sentimientos, sensaciones y soluciones interpretativas”, con un equipo que ha realzado, igual que a la orquesta que cree “suena espectacular”.
En el mismo sentido se ha pronunciado Värelä, quien cree que Ortrud lo que busca es la “verdad”, la única que “la busca deliberadamente, un cambio más que notable respecto a lo que solemos ver en Ortrud, siempre la mala de la película”.
Elisabeth Teige, feliz de debutar en el Liceu, ha rememorado que hace nueve años que interpretó por primera vez a Elsa y esta producción le ha permitido “ver y sentir otros matices vocales dramáticos en ella, es muy lírico, pero ha de ser, a la vez, dramático”.
Wagner es siempre el Himalaya
El maestro Josep Pons ha explicado que ‘Lohengrin’ fue escrita por Wagner antes de la tetralogía del Anillo de Nibelungo, pero ya la orquesta encuentra “un concepto muy moderno, rítmicamente, algo que no se había visto antes”.
Una constante del alemán, ha considerado, es que es siempre “un Himalaya, todo son 8.000” y, en este caso, ha apuntado que ha sido un “gozo” contar con Katharina Wagner y con “las mejores voces y los mejores músicos”.