Kiev pide a sus socios que respondan con hechos al ataque ruso a la sede del Gobierno

Foto de archivo del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. EFE/ Octavio Guzmán

Kiev, 8 sep (EFE).- El mayor ataque ruso con drones en lo que va de guerra causó graves daños en la sede del Gobierno ucraniano, lo que dio lugar a una cascada de mensajes de condena y solidaridad de todos los socios de Kiev que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, espera que se traduzcan en hechos en la reunión que sus aliados militares celebrarán mañana en Londres.

“Es una señal clara de que (el presidente ruso, Vladímir) Putin está probando al mundo, para ver si aceptan o toleran esto. Por eso es importante que las declaraciones de líderes, estados e instituciones estén respaldadas con acciones contundentes”, dijo Zelenski en su primer discurso a la nación después del ataque.

El presidente ucraniano pidió más presión para Rusia en forma de sanciones, aranceles y otras medidas económicas punitivas para debilitar la maquinaria de guerra del enemigo, que ha logrado expandir la producción de drones kamikaze Shahed hasta el punto de poder lanzar más de 400 vehículos no tripulados de este tipo en una sola noche, como ocurrió el domingo.

Zelenski insistió asimismo en la urgencia de que sus aliados refuercen las capacidades ofensivas de larga distancia de Ucrania, para que ésta pueda golpear tanto las fábricas de drones y otros tipos de armamento como seguir alcanzando refinerías e infraestructuras asociadas a la industria del petróleo que proporciona a Rusia divisas para sostener el esfuerzo de guerra.

Reunión de Ramstein en Londres

“Esta semana habrá una reunión en el formato Ramstein”, dijo el presidente ucraniano en referencia a la cita de ministros de Defensa de mañana en la capital británica del grupo de 50 países que ofrecen asistencia militar a Ucrania, que toma su nombre a la base militar estadounidense situada en Alemania en donde se reunía en un primer momento esta coalición.

“Esperamos nuevos paquetes de apoyo” militar, dijo el presidente ucraniano sobre lo que aspira a conseguir en ese encuentro.

En los últimos meses, Kiev ha logrado de sus socios importantes inversiones en la fabricación de soluciones para derribar drones rusos como los drones interceptores que este domingo abatieron 150 de los vehículos no tripulados enemigos.

Estas inversiones financian también el desarrollo y la producción de otros métodos para neutralizar drones rusos como sistemas de interferencias electrónicas.

“En los ataques masivos, los rusos mantienen el número de Shahed en 300 o 400 por ataque, y nuestros interceptores deben alcanzar un nivel a la par», dijo Zelenski, que explicó que los contratos para hacerlo ya están firmados y deben ser ahora ejecutados.

Ucrania llegó a interceptar cerca del cien por cien de los drones y misiles que lanzaba Rusia.

El nivel de interceptaciones ha caído hasta poco más del 80 % en el caso de los drones.

La situación es mucho más dramática en el de los misiles. En el ataque del domingo, las defensas ucranianas no pudieron derribar ninguno de los cuatro misiles balísticos lanzados por Rusia.

Un ataque sin precedentes en la guerra

El hecho de que los rusos hayan alcanzado un edificio de primer nivel estratégico y situado en la zona de Kiev mejor protegida por las defensas aéreas, como lo es la sede del Gobierno, ha disparado las alarmas en Ucrania, que arrastra un marcado déficit de algunos sistemas de misiles como los Patriot y de las municiones que éstos precisan.

Kiev espera adquirir con dinero de algunos de sus socios europeos hasta diez sistemas estadounidenses Patriot para mejorar la protección de su territorio de misiles balísticos e hipersónicos rusos.

Para transmitir a sus socios estas urgencias, la primera ministra, Yulia Sviridenko, ha mostrado este viernes a un grupo de 60 diplomáticos acreditados en Kiev los daños causados por el ataque ruso del domingo a la sede del Gobierno ucraniano.

“Para Ucrania, el ataque de la víspera supone una nueva fase en esta guerra”, dijo Sviridenko tras su visita sobre el hecho de que los rusos estén dirigiendo por primera vez sus ataques a instituciones gubernamentales.