Kiev, 1 sep (EFE).- Centenares de personas rindieron homenaje este lunes en la capital ucraniana al político nacionalista y ‘comandante’ de las autodefensas civiles que se enfrentaron a la policía antidisturbios en la Revolución del Maidán, Andrí Parubí, asesinado este sábado a tiros a los 54 años en la ciudad de Leópolis, oeste de Ucrania, por un pistolero a quien las autoridades de Kiev vinculan a Rusia.
El homenaje fue además un baño de multitudes sin precedentes desde el comienzo de la guerra para el expresidente, compañero de partido de Parubí y líder de la oposición Petró Poroshenko, que recuperó su antiguo lema de campaña, ‘Ejército, lengua, fe’ y reivindicó los logros en materia de construcción nacional de su administración, durante la que el político asesinado el sábado fue presidente del Parlamento.
“Le conocí como persona y le admiré como político; era alguien más preocupado por las acciones que por la propaganda”, dijo a EFE Serguí Maximenko, un especialista en tecnologías de la información jubilado cuyo camino se cruzó con el de Parubí en 2014 en la misma plaza del Maidán que hoy le rinde homenaje.
Varios oradores destacaron la lucha de Parubí por la independencia completa de Ucrania de Rusia y por su trabajo en favor del ucraniano como única lengua de comunicación y expresión pública en el país.
Nieto de un veterano de los grupos de resistencia ucranianos que lucharon primero contra la Unión Soviética y después contra los nazis en la II Guerra Mundial, Parubí alcanzó la mayoría de edad cuando se desmoronaba la Unión Soviética y fue desde su adolescencia una figura muy activa en el movimiento nacionalista ucraniano que tiene uno de sus feudos en Leópolis, donde el político nació y fue asesinado.
En 2004 participó en la llamada Revolución Naranja, conocida también como el Primer Maidán, por la plaza de Kiev en la que tuvo su centro neurálgico. Semanas de protestas callejeras llevaron entonces a la anulación de la victoria electoral del candidato prorruso Víktor Yanukóvich.
Una década después, Parubí tendría un papel central en la revolución que empujó a huir a Rusia en febrero de 2014 al entonces presidente Yanukóvich. Fotografías proyectadas este lunes en el Maidán muestran al activista organizando a los grupos de autodefensa formados por civiles y organizaciones nacionalistas para hacer frente a la represión de la Policía antidisturbios. En los enfrentamientos murieron un centenar de manifestantes.
Entre los presentes en el acto de homenaje celebrado en Kiev había personas de todas las edades y numerosos veteranos de la lucha por una Ucrania pro-occidental y libre de las ataduras de Rusia en la que se enmarcan las revoluciones en las que participó Parubí.
Baño de masas de Poroshenko
El momento de mayor intensidad del homenaje tuvo lugar cuando tomó la palabra Poroshenko.
El expresidente comparó elogiosamente a Parubí con el polémico líder nacionalista ucraniano durante la II Guerra Mundial Stepan Bandera, que dirigió una de las facciones de la Organización de Nacionalistas Ucranianos y quiso aliarse con los nazis para que Ucrania se librara del yugo soviético.
Al igual que Bandera, dijo Poroshenko, Parubí dedicó su vida por una Ucrania libre del dominio ruso y acabó siendo asesinado por ello. Considerado un héroe por muchos en Ucrania, Bandera fue asesinado en 1959 por un agente soviético en Múnich. Muchos historiadores lo ven como un criminal de guerra por las matanzas de judíos y polacos perpetradas por los nacionalistas ucranianos durante la II Guerra Mundial.
La rehabilitación de la figura de Bandera en Ucrania es uno de los argumentos del Kremlin para acusar de neonazismo a las administraciones de Kiev surgidas del derrocamiento en 2014 de Yanukóvich. Fue tras esa revolución -que Moscú considera un golpe de Estado de corte fascista- cuando Rusia invadió la península ucraniana de Crimea y activó a los grupos paramilitares que proclamaron dos enclaves independientes en el este de Ucrania.
Poroshenko destacó en su discurso el papel de Parubí en la aprobación durante su presidencia de leyes que reforzaron el Ejército y el ucraniano como lengua nacional única del país.
Además de para decir adiós a quien fuera su compañero de filas, el homenaje sirvió a Poroshenko para reencontrarse en las calles con su base electoral, a la que volvió a enardecer con un discurso nacionalista que retumbó como en los viejos tiempos en toda la plaza del Maidán.
Poroshenko es propietario de un vasto imperio de negocios y ha sido sancionado durante la guerra por la administración del presidente Volodímir Zelenski por supuestas prácticas comerciales que habrían puesto en peligro la seguridad nacional de Ucrania.
El discurso de Poroshenko en el adiós a Parubí adelanta algunas de las claves de su discurso cuando Ucrania vuelva a convocar elecciones al término de la guerra.
Marcel Gascón