Palma, 12 sep (EFE).- La investigadora y activista del colectivo Caminando Fronteras Helena Maleno ha criticado este viernes que se utilice a la infancia migrante «como mercadeo político», algo que solo sirve para «alimentar los discursos de la extrema derecha».
Así lo ha asegurado en una rueda de prensa en Palma, en la que ha subrayado la necesidad de reconocer a Baleares como «territorio de frontera» migratoria, como lo son Ceuta, Melilla o Canarias, ya que el archipiélago podría «necesitar la solidaridad» de otras zonas de España en un año si se mantiene la situación actual.
La visita de Maleno, que participa en una formación de la Universidad balear, se ha producido después de que el Gobierno haya denegado a Baleares acogerse a la contingencia migratoria, que es la condición que permite a un territorio pedir la derivación de menores migrantes a otras comunidades autónomas, por considerar que no cumple los requisitos.
El Gobierno argumenta que Baleares no triplica su capacidad ordinaria de acogida, fijada en 406 plazas, ya que en la actualidad son 694 los niños y adolescentes extranjeros sin familia atendidos en el archipiélago, según los últimos datos del Govern.
Hasta hoy, según el recuento de EFE basado en datos de la Delegación del Gobierno, el número de migrantes llegados en pateras a las costas de Baleares desde que comenzó el 2025 asciende a 5.166 personas.
Para Maleno, el «no reconocimiento de la ruta balear hace que esto no sea un territorio de frontera, no sea como Ceuta y Melilla», lo que provoca «una falta de responsabilidad política y administrativa de las comunidades y del Gobierno central» que desemboca en una invisibilización de la llegada de la infancia migrante a Baleares.
Carencias en la atención a migrantes

Sobre los problemas que afronta Baleares ante esta situación, especialmente Ibiza y Formentera, ha hecho hincapié en la falta de espacio para poder acoger a los jóvenes migrantes, puesto que las Pitiusas están en máximos de capacidad.
Para la investigadora en migraciones, la situación se ve agravada por «un problema de vivienda terrible» que condiciona la llegada de profesionales para atender en condiciones a las personas migrantes.
«Hay tres médicos en urgencias en Formentera; si llega una embarcación con personas que han tenido procesos de deshidratación o que tienen problemas de salud por ese viaje», la isla se queda sin los tres sanitarios disponibles, ha ejemplificado.
Además, la activista ha afirmado que «la atención no está siendo adecuada», puesto que falta trabajo «a pie de playa en zonas como Formentera», donde hay personas que se pasan «horas y horas mojadas» por no existir esa primera línea de acción.
Sobre la posibilidad de que Frontex se despliegue en Baleares para hacer frente al alud migratorio, como reclama el Govern autonómico, Maleno ha destacado que España «tiene un cuerpo normativo y unas fuerzas de seguridad del Estado» que pueden hacer frente a la situación sin necesidad de recurrir a ese refuerzo.
«No necesitamos a Frontex, que es una agencia poco transparente, que tiene muchos riesgos cuando está en frontera», ha denunciado.
Llegados del Cuerno de África
Maleno también ha hecho énfasis en «la cantidad de personas del Cuerno de África que están llegando a esta ruta migratoria», un fenómeno que no sucede en ninguna de las otras vías para llegar a España.
A su juicio, no ha sido ninguna sorpresa el incremento de la presión migratoria, al haber mucha violencia en Libia que se ha desplazado hasta Túnez, un país que «persigue de forma sistemática en estos momentos a las personas negras», donde se alimenta la teoría del ‘Gran reemplazo’.
«Esas personas han sido desplazadas a Argelia y sabíamos que, en algún momento, como no pueden volver atrás, iban a buscar una ruta», ha relatado.