La acusada de matar a una anciana en una residencia de León asegura que no lo hizo

La auxiliar de enfermería acusada de matar a una anciana de 89 años inyectándole insulina en la residencia Virgen del Camino de León a su llegada a la última jornada del juicio con jurado popular que se sigue contra ella, unos hechos por los que la Fiscalía pide prisión permanente revisable. EFE/ J.Casares

León, 9 may (EFE).- La auxiliar de enfermería S.V.R., acusada de agredir y asesinar con una inyección de insulina a una anciana de 98 años en la Residencia Virgen del Camino de León en julio de 2022, ha negado este viernes los hechos de los que le acusa la Fiscalía.

“No golpeé ese día, ni ningún otro a esa mujer”, ha manifestado la encausada, que se enfrenta a la petición de prisión permanente revisable, durante su declaración en la cuarta y ultima sesión del juicio con jurado que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de León.

Sí ha reconocido que en el registro domiciliario de su casa tras su detención se encontró un anillo que, según la versión del fiscal, pertenecía a la anciana, pero la procesada ha explicado que “se lo encontró en el suelo” de una de las habitaciones.

La procesada ha relatado que en el momento de la supuesta agresión estaba cambiándola el pañal y preparándola para dormir, cuando de repente entró en la habitación otra auxiliar de enfermería “como un elefante en una cacharrería gritando a la anciana: Te está pegando, te está pegando”.

S.V.R ha señalado que su compañera le acusó de agredir a la mujer porque supuestamente escuchó a la anciana decir ‘no me pegues, no me pegues”.

Ha detallado que la nonagenaria sufría una demencia y que apenas hablaba si no era con monosílabos y menos a la hora de acostarse puesto que ya se había tomado la pastilla para dormir y “no dijo nada, porque nada pasó”.

Tras estos hechos, ha declarado que intento conectar con el coordinador para informarle de que una compañera le había acusado de agredir a una residente y que no volvió a entrar en la habitación ni estuvo en la misma acompañada por ninguna otra persona.

El fiscal sostiene sin embargo que la auxiliar de enfermería regresó a la habitación de la anciana para aplicarle la inyección mortal de insulina y evitar así las consecuencias laborales de la supuesta agresión.

El Ministerio público ha mantenido la petición de prisión permanente revisable para S.V.R. y el pago de una multa de tres meses con una cuota diaria de diez euros por un delito de lesiones.

La defensa también ha mantenido sus conclusiones y ha pedido el sobreseimiento de la causa y la absolución para la acusada, al considerar que no se ha podido probar ni la agresión a la anciana, ni que la procesada inyectara la insulina o tan si quiera tuviera la posibilidad de hacerlo.