La Agencia Espacial Europea cumple medio siglo ante una nueva era del espacio

Imagen de archivo del exterior de la sede de la Agencia Espacial Europea (ESA) en París, Francia. EFE/ Edgar Sapiña

Redacción Ciencia, 29 may (EFE).- La Agencia Espacial Europea (ESA) celebra el próximo día 30 medio siglo de vida y lo hace con “una excelente salud” y ante una nueva era en el espacio con la llegada de nuevos actores nacionales y privados.

El convenio de creación de la ESA fue firmado el 30 de mayo de 1975 en París, por Alemania (entonces República Federal), Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Italia, Holanda, Reino Unido, Suecia y Suiza.

El objetivo era colaborar en actividades espaciales clave, exploración y ciencia, capacidades de lanzamiento y aplicación del espacio para la comunicación, la navegación y la observación de la Tierra.

“Durante 50 años, la Agencia Espacial Europea ha encarnado el poder de la cooperación, uniendo naciones para lograr lo que ninguna podría conseguir por sí sola”, dijo a EFE su director general, Josef Aschbacher.

 La ESA, destacó, “ha aportado valor público a través de ciencia pionera, excelencia en ingeniería y beneficios diarios de las tecnologías espaciales para los ciudadanos europeos”.

Un aniversario que sirve para reflexionar no solo sobre los logros sino también sobre las perspectivas de futuro en un entorno en proceso de cambio.

La ESA goza de “una excelente salud. Acabamos de incorporar a nuestro vigésimo tercer Estado miembro el pasado enero, dando la bienvenida a Eslovenia, y estamos trabajando con éxito en todos los ámbitos de las actividades espaciales”, señalaron fuentes de la agencia consultadas por EFE.

El nuevo espacio

El panorama espacial ha experimentado grandes transformaciones en estos 50 años. Nuevos países se han incorporado, en especial, China con, entre otras, misiones no tripuladas a la Luna y Marte, e incluso cuenta con su propia estación espacial.

Además, la llegada del nuevo siglo abrió la puerta a la era del new space (nuevo espacio), que marca un punto de inflexión en la exploración y el desarrollo del espacio, con el nacimiento de empresas privadas que quieren lograr un acceso más rápido y barato al espacio, a tecnologías y misiones espaciales.

Para ayudar a Europa a aprovechar “plenamente la era del new space, la ESA no solo ha modernizado sus propios sistemas, sino que “ha trabajado duro” para ayudar a las empresas europeas a acceder a financiación comercial, indicaron las fuentes.

La industria espacial “está experimentando un enorme crecimiento” y la ESA quiere ayudar a Europa a convertirse en un gran centro comercial del espacio, manteniendo al mismo tiempo las misiones compartidas”.

Algunos hitos históricos

En este medio siglo, la ESA ha alcanzado importantes logros, desde el lanzamiento en 1977 del primer satélite meteorológico europeo, Meteosat-1 y dos años después el despegue del primer cohete Ariane, hasta la creación del sistema europeo de navegación por satélite Galileo e innumerables misiones de exploración espacial.

Algunas han marcado “hitos históricos”, apuntó Aschbacher, al lograr cosas que nunca se habían hecho antes, como la misión Rosetta, que fue a la búsqueda del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko y dejó caer en él un módulo de aterrizaje, o la Cassini-Huygens, que desplegó el módulo de aterrizaje Huygens en Titán, el mayor de los satélites de Saturno.

En la actualidad, se sigue ampliando el conocimiento del cosmos con la misión Euclid, para revelar la naturaleza de la materia y la energía oscura, o con la búsqueda de pruebas de vida en el sistema solar y en planetas alrededor de otras estrellas.

Ese poder de la cooperación también se ha traducido en programas de observación de la Tierra y navegación como Copérnico y Galileo, que mejoran la vida cotidiana de los ciudadanos.

En estos años, 600 satélites han sido llevados al espacio por cohetes europeos y ahora el nuevo lanzador Ariane 6, junto con Vega C garantizan el acceso independiente de Europa al espacio, que recuperó en julio del año pasado.

Lo hizo después de un periodo en que dejó de contar con lanzadores propios -uno de los Vega se accidentó- y con cohetes rusos, tras la ruptura de relaciones con ese país por la invasión en Ucrania.

La suspensión de la colaboración con Rusia también afectó al lanzamiento del rover Rosalind Franklin, una parte de la misión Exomars a Marte, que ahora es mayoritariamente europea y ha tenido que ser reorganizada.

Este 50 aniversario también viene marcado por una nueva generación de astronautas europeos, los 17 que fueron seleccionados en 2022, y entre los que están los españoles Pablo Álvarez, astronauta de carrera, y Sara García, de reserva.

Hacia 2040

La ESA ha presentado este año su estrategia hasta 2040 articulada en cinco objetivos: proteger el planeta y el clima; explorar y descubrir; reforzar la autonomía y la resistencia europeas; impulsar el crecimiento y la competitividad e inspirar a Europa.

Los Estados miembros celebrarán en noviembre un consejo ministerial en el que podrán tomar decisiones sobre cómo proceder con los programas que cumplan con esos objetivos.

Aschbacher indicó que “abrazando las asociaciones público-privadas y los servicios comerciales, y estimulando la innovación y la competitividad”, la ESA “seguirá reforzando la autonomía y resistencia de Europa y construyendo el futuro con el compromiso de proteger nuestro planeta, explorar el universo e inspirar a las próximas generaciones”.