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La agricultura española, atenta a los efectos en sus costes del conflicto en Oriente Medio

Imagen de archivo de un agricultor en la Rioja labrando con tractor la tierra. EFE/Raquel Manzanares

Madrid, 23 jun (EFECOM).- El sector primario español sigue muy de cerca los efectos del conflicto en Oriente Medio en su actividad, ya que el posible bloqueo del tráfico en el estrecho de Ormuz podría disparar el precio del gasóleo agrícola y de los fertilizantes, ahora que las campañas se encuentran en su pico productivo más alto.

El ministro de Agricultura, Alimentación y Pesca, Luis Planas, ha reconocido este lunes, antes de entrar al Consejo de Ministros del ramo de la Unión Europea (UE) en Luxemburgo, que el cierre del estrecho de Ormuz está causando «inquietud» en el sector agroalimentario.

Cualquier incremento del precio del petróleo o del gas natural se podría traducir en un alza del precio que pagan los agricultores por los fertilizantes.

Según el portal financiero Trading Economics, la urea, uno de los principales componentes de los fertilizantes que se utilizan en el campo español, cotizó sin cambios el pasado viernes, 20 de junio (432,5 dólares/tonelada), después de bajar un 6,5 % en el último mes, aunque continúa un 40,65 % más alto que hace un año.

Este mismo portal apunta a un repunte semanal del 8,8 % de los precios de los futuros de gas natural -imprescindible para producir fertilizantes-, que marcaron máximos anuales en marzo y que en este primer semestre han registrado un alza acumulada del 27,3 %.

El secretario general de la patronal de comercio mayorista de cereales (Accoe), José Manuel Álvarez, también ha mostrado su preocupación por las implicaciones que pudiera tener el cierre de Ormuz, tanto por la subida del petróleo como por la complicación logística y precio de los fletes marítimos.

«Actualmente hay mucha abundancia de cereales a escala mundial y previsiones récord de cosechas, pero las cuestiones logísticas y geopolíticas pueden influir en los precios», ha señalado Álvarez.

La preocupación por los efectos de Oriente Medio también la ha transmitido la asociación agraria COAG, que el pasado 18 de junio alertaba de que es «una amenaza real», al afectar ya a los precios de los abonos debido al cierre de siete plantas de amoniaco y urea en Irán y la paralización de las de Egipto por falta de suministro de gas israelí.

El responsable de insumos de la comisión ejecutiva de COAG, Javier Fatás, ha indicado este lunes que el precio del gasóleo agrícola ya ha subido en las últimas semanas un 10 % en España, como lo demuestra que no haya ofertas por menos de 0,92 euros/litro.

Esta subida -ha añadido- se produce «en el pico más importante de las campañas de producción agrícolas», cuando «más gasóleo se consume para las cosechas de cereales, forrajes, frutas y hortalizas», así como en tratamientos y pre-poda de viñedos.

«Iba a ser un año muy bueno de producción que tenía que haber servido para compensar las pérdidas en los dos últimos años por la sequía, pero tememos que va a seguir creciendo el déficit en las explotaciones», por un nuevo aumento del coste de los insumos, ha añadido Fatás.

El comercio entre España e Irán arroja un déficit comercial de 52 millones de euros, con una exportación por 16,57 millones de euros durante los cuatro primeros meses de este ejercicio y unas importaciones que alcanzaron los 68,52 millones de euros.

España exportó principalmente a Irán semillas hortícolas (4 millones), residuos de industria alimentaria (3,37 millones) e importó del país persa azafrán (48,4 millones) y pistachos (14,9 millones).