Málaga, 14 mar (EFE).- La obra de la nueva Biblioteca Pública del Estado en Málaga, en el antiguo convenio de San Agustín, terminarán en 2026 y ha descubierto restos de un nuevo tramo de la muralla fenicia de la ciudad, en este caso del siglo VII a.C., y piletas romanas de salazones del siglo III d.C.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ha visitado las obras, no ha precisado la fecha de inauguración y ha destacado que suponen una inversión de 18 millones de euros y que la actual biblioteca lleva 32 años en una ubicación provisional fuera del centro de la ciudad.
Ha añadido que la intervención en este edificio histórico es “de las más importantes en marcha en todo el país por parte del Ministerio” y ha agradecido a la Junta de Andalucía, que gestionará la biblioteca, sus esfuerzos.
También ha resaltado el hallazgo de los restos arqueológicos fenicios que han obligado a modificar la obra y que se tratan “con toda la delicadeza y protección patrimonial que requieren” y que el claustro del convento, que contendrá una sala de lectura para los usuarios de la biblioteca, quedará “con mucha luz”.
Cúpula de vidrio como techo del claustro
Se prevé una cúpula de vidrio como techo del claustro para ganar espacio en un edificio que dispondrá de 3.700 metros cuadrados de superficie útil y el claustro se podrá usar durante todo el año.
“El Ministerio de Cultura está volcado con Málaga, no solo con su Festival de Cine, al que sigue apoyando, también con esta obra, una de las más importantes en marcha en estos momentos en España”, ha incidido en su visita, que se prolongará con la asistencia a la inauguración del certamen cinematográfico.
Este convento se configuró tras la conquista de Málaga por los Reyes Católicos sobre unas viviendas, aunque tuvo otros usos con el tiempo, como colegio de los Agustinos, de cuando se conserva un mosaico con una imagen religiosa en su escalinata, y Facultad de Filosofía y Letras.
Muralla fenicia especial para sismos
La arqueóloga Ana Arancibia ha explicado que la muralla fenicia, ubicada a seis metros de profundidad, se construyó especialmente para sismos y que el edificio fue Ayuntamiento de Málaga antes que la sede actual y uno de los primeros conventos, con muros de tierra (muros de tapial) que “han aguantado durante 500 años”.
Ha precisado que también se han hallado unas criptas construidas porque desde Carlos III no se podía enterrar dentro de las iglesias; una cripta grande era para monjes y otras eran familiares.
“El edificio cuenta toda la historia de la ciudad, la cuenta entera”, ha señalado sobre el antiguo convento, donde también se conservan unas pinturas y se ha encontrado un adarve postrimero que se pondrá en valor.
La bóveda del claustro es del maestro Aldehuela y en la parte superior está prevista una celosía hacia el exterior que imita una estantería con libros apoyados.
La biblioteca dispone de 227.000 volúmenes más un fondo antiguo con otros 11.000 anteriores a 1901 y dos colecciones donadas (del Hospital Virgen de la Victoria y del poeta José Infante).
Tiene 4.000 metros cuadrados en su actual ubicación y 31 empleados.
