La brecha de género en la empresa se mantiene con solo un 22 % de mujeres en la dirección

Imagen de archivo de una mujer en su puesto de trabajo. EFE/Cynthia de Benito

Madrid, 2 oct (EFE).- La brecha de género en los puestos de mayor responsabilidad de las empresas se mantiene, ya que mientras las mujeres representan más del 50 % de las nuevas incorporaciones, solo un 22 % accede a la cúpula directiva.

Esta es una de la conclusiones del Esade Gender Monitor 2025 publicado este jueves, que muestra cómo este desequilibrio en la presencia de mujeres en los puestos de liderazgo persiste pese a los avances logrados en las últimas décadas, una desigualdad más marcada en aquellos sectores y funciones en los que la mujer está infrarrepresentada.

El informe describe el fenómeno de «la caída hacia la cúpula», que es la disminución del porcentaje de mujeres conforme se asciende en el escalafón, más destacado en sectores como el de la salud o los servicios, donde las trabajadoras suponen el 67 % de las nuevas incorporaciones pero solo el 36,7 % de la alta dirección.

En las finanzas el salto es menor, ya que las mujeres suponen el 48 % de las contrataciones y el 21 % de la dirección.

Frenos en el ascenso y renuncias

Tras sondear a una muestra representativa de mujeres, el estudio señala que el freno al ascenso viene dado por factores estructurales como la falta de redes informales que facilitan las oportunidades (señalado en el 28 % de los casos), las exigencias de disponibilidad que colisionan con los cuidados (17 %), la ausencia de referentes en la cúpula (17 %) y una cultura que anticipa un menor compromiso de las mujeres con hijos (15 %).

Y entre las que ascienden hay renuncias, ya que el 82 % de las mujeres señalan que para prosperar en su carrera han tenido que dejar de lado cosas como su propio ocio o tiempo libre (21 %), su bienestar y salud mental (16 %), su salud física (13 %) y la maternidad, posponiéndola o no llevándola a cabo (11 %).

Según el estudio, una de cada cinco dice haber rechazado puestos de alto liderazgo por la preocupación por mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional, prefiriendo así espacios donde «el desgaste es manejable y la autonomía mayor».

Teniendo en cuenta que el 74 % de las mujeres no se plantea cambiar o abandonar su empleo, el freno en el ascenso no reside en el trabajo en sí, sino «en las condiciones del último tramo de la carrera profesional».

«Mucho talento opta por estabilizarse en niveles de responsabilidad intermedia, mientras que las condiciones estructurales de la alta dirección continúan asociadas a hiperdisponibilidad, visibilidad constante y una logística de cuidados que no se redistribuye al mismo ritmo», añade el informe.

El optimismo de cara al futuro es limitado, ya que el 91 % de las encuestadas cree que las mujeres más jóvenes seguirán teniendo que hacer renuncias, aunque la mitad opina que en menor medida, ya que «sus hijas y nietas serán más conscientes de sus derechos, más exigentes en igualdad y con mayor foco en el equilibrio entre vida personal y profesional».

 

Mejoras con el teletrabajo y los planes de igualdad

Entre los últimos cambios normativos, el informe recoge cómo impactan el teletrabajo o de los planes de igualdad en la brecha de género en las empresas.

Señala que el 89 % de las mujeres percibe que el teletrabajo ha favorecido su conciliación, aunque el 43 % no aprecia mejoras en la distribución de los cuidados en el hogar -frente al 40 % que sí ve avances-, lo que «limita la disponibilidad real para asumir posiciones de máxima exigencia».

En cuanto a los planes de igualdad, el 40 % de las mujeres ha percibido cambios desde su implantación, mientras que el 42 % dice no haber visto ninguno.

No obstante, parece que se ha estancado su eficiencia, ya que hace dos años eran el 45 % de las mujeres las que habían percibido cambios con estos planes.