La búsqueda de una relación “amigable” entre la energía eólica y las aves

Investigadores de la Estación Biológica de Doñana y de dos universidades alicantinas han cartografiado las zonas más vulnerables de las comunidades de aves y murciélagos en la península ibérica y han proyectado los enclaves donde la energía eólica podría suponer un riesgo para este grupo faunístico, ha explicado el principal autor de este estudio, Jon Morant Etxebarría, en una entrevista con EFE. En la imagen Morant muestra en un ordenador diferentes mapas con la distribución de las especies. EFE/Pep Morell

Guzmán Robador

Alicante, 1 jun (EFE).- Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Alicante, la Miguel Hernández de Elche y la Estación Biológica de Doñana ha identificado las zonas más vulnerables de las comunidades de aves y murciélagos en la Península Ibérica para predecir el impacto de la energía eólica en este grupo faunístico.

La investigación ha permitido diseñar y validar mapas de vulnerabilidad de las aves y los murciélagos que sirvan de orientación a la hora de planificar las instalaciones eólicas con la pretensión de minimizar los impactos ecológicos, ha explicado, en una entrevista con EFE, el principal autor del trabajo, Jon Morant Etxebarría, del departamento de Ecología de la Universidad de Alicante (UA) y del departamento de Biología Aplicada de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.

Los científicos examinaron las principales características ecológicas asociadas con la mortalidad por aerogeneradores en 214 especies de aves y 19 de murciélagos en la España peninsular, tras analizar datos recopilados durante más de 16 años en 47 provincias.

Descubrieron que, entre las aves, las más perjudicadas fueron las carroñeras, como el buitre leonado, así como aquellas especies de aves con migración parcial (una parte de la población migra mientras que la otra porción de la misma no lo hace) y las que tienen un estilo de vida aéreo (se reproducen, alimentan e, incluso, duermen en el aire, como los vencejos comunes).

En el caso de los murciélagos, la especie con mayor mortalidad fue el murciélago común o enano, ha especificado Morant Etxebarría.

Las aves se enfrentan a mayor riesgo en el suroeste y este de España

Jon Morant Etxebarría, es el principal autor de un estudio conjunto realizado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana y de dos universidades alicantinas en el que se han cartografiado las zonas más vulnerables de las comunidades de aves y murciélagos en la península ibérica y proyectado los enclaves donde la energía eólica podría suponer un riesgo para este grupo faunístico. EFE/Pep Morell

Según el trabajo, las aves se enfrentan a mayor riesgo en amplias zonas del este y suroeste de España, incluyendo la submeseta norte y sur y la depresión del Guadalquivir. Estas regiones, especialmente del oeste, como Extremadura, son las más proclives al desarrollo futuro de energía eólica.

En los murciélagos, la vulnerabilidad está distribuida de una forma más homogénea a lo largo del territorio peninsular, pero se concentra en el centro, suroeste y mitad norte del país. Además, se constató que aquellas provincias cuyas comunidades de aves y murciélagos eran más vulnerables también registraban las mayores tasas de mortalidad.

El trabajo, publicado en la revista científica ‘Journal of Environmental Management’, establece cuáles son las características morfológicas, biológicas y ecológicas que hacen más sensibles a la colisión con turbinas a estos grupos faunísticos.

“Por ejemplo, el tamaño del cuerpo, la longitud del ala, de la cola y la longitud total del ave influyen fuertemente en el tipo de vuelo y la maniobrabilidad y, por tanto, en el riesgo de colisión (…)”, dice el estudio.

El comportamiento de vuelo, un factor de mortalidad en los parques eólicos

Asimismo, “los factores ecológicos de las aves y los murciélagos, como la estrategia migratoria, la distancia de dispersión reproductiva, las asociaciones de hábitat y el comportamiento de vuelo, son cruciales para explicar la mortalidad en los parques eólicos”, revela.

Los investigadores, en dos fases posteriores del trabajo, han superpuesto los mapas de vulnerabilidad que han creado con las ubicaciones actuales y futuras de los proyectos de energía eólica para evaluar las comunidades potencialmente sensibles e identificar las que podrían verse afectadas tanto ahora como en los años venideros.

“Las zonas con aves y murciélagos más vulnerables y que cuentan con mayor número de aerogeneradores se hallan en el sur, este (zona del interior de la Comunitat Valenciana), Castilla-La Mancha, algunas áreas más dispersas de Aragón” y del norte peninsular, mientras que los enclaves que podrían albergar en un futuro parques eólicos se sitúan en el sur, parte de la Comunitat Valenciana, Murcia y Aragón, ha apuntado Morant Etxebarría.