La Cámara Baja alemana da luz verde a un gran plan de inversiones en infraestructuras

Berlín (Alemania), 18/03/2025.- Friedrich Merz (C), líder del partido y facción Unión Demócrata Cristiana (CDU), tras emitir su voto en el Bundestag, en Berlín, Alemania. EFE/EPA/FILIP SINGER

Berlín, 18 mar (EFE).- La Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag) ha aprobado este martes una reforma constitucional que incluye un fondo especial de 500.000 millones de euros para inversiones en las anticuadas infraestructuras y la protección del clima durante los próximos 12 años, al margen del llamado freno a la deuda que exige que el déficit público no supere el 0,35 % del PIB al año.

Además, la reforma, que deberá ser ratificada el viernes por la Cámara Alta (Bundesrat), libera también al gasto en defensa que supere el 1 % del PIB del cumplimiento del freno a la deuda .

La reforma se ha aprobado con 513 votos a favor y 207 en contra en tercera lectura, con lo que ha obtenido la mayoría de dos tercios necesaria para realizar un cambio en la constitución.

Para llegar a esa mayoría fue necesario un compromiso entre los grupos parlamentarios de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU), el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes.

Para sumar a Los Verdes al compromiso se les prometió que 100.000 millones de euros del fondo serían destinadas a inversiones para la protección del clima.

Además, se consagró en la constitución la neutralidad climática hasta 2045 como una meta del Estado.

El líder de la CDU y virtual canciller alemán, Friedrich Merz, ha dicho en el debate de la reforma que, incluir en la Constitución la protección del clima, no implicaba nada nuevo.

Ha recordado que, desde hace 30 años, la protección de los recursos naturales ya está en la Carta Magna y el Tribunal Constitucional (TC) ha determinado que ello incluye el clima.

Otros 100.000 millones del fondo serán destinados a los estados federados.

Los estados federados, que en la versión original del freno a la deuda tenían que tener un déficit cero, podrán tener en el futuro uno del 0,35 %, al igual que el Estado central, siempre y cuando la reforma sea ratificada por el Bundesrat.

El llamado freno a la deuda quedó anclado en la Constitución en 2009 y empezó a ser vinculante para el Estado central en 2016 y para los 16 estados federados en 2020.

Fue una reacción al claro aumento del gasto público que se hizo necesaria durante la crisis económica y financiera, y fue vista como una garantía de que -una vez superada la situación de excepción- se iniciase un periodo de consolidación.

Los efectos de la medida se pueden ver en la evolución de la deuda alemana acumulada, que en 2010 alcanzó el 82,5 % del PIB y en 2019 había bajado hasta el 59,6 %.

Después, debido a las medidas de ayuda durante la pandemia del coronavirus, la deuda volvió a subir hasta alcanzar el 63,7 % en 2023, pero otra vez hay una tendencia a la baja y el Bundesbank o Banco Central de Alemania estimaba -antes de adoptarse el gran plan de inversiones- que para 2027 estaría en el 61,7 %.

El freno a la deuda ha tenido desde el comienzo defensores, que la consideran como una garantía para la estabilidad en Alemania y en Europa; como también detractores, que la ven un impedimento para inversiones en infraestructura y en innovación.

El SPD y Los Verdes se han mostrado partidarios desde hace varios años de una modernización del freno a la deuda.

La coalición que gobernó durante la última legislatura liderada por el socialdemócrata Olaf Scholz se rompió en noviembre de 2024 porque el tercero socio, el Partido Liberal (FDP), rechazó decretar una situación económica de excepción para suspender el freno a la deuda y hacer una ofensiva de inversiones.

La CDU/CSU era también contraria a una modificación del freno a la deuda y Merz lo reiteró varias veces durante la pasada campaña electoral.

Pero en el marco de las conversaciones previas para iniciar unas negociaciones de coalición con el SPD, los conservadores llegaron al convencimiento de que había que modificar la norma para enfrentar determinados retos tanto en defensa como en inversiones en infraestructura. EFE