Redacción deportes, 27 jul (EFE).- La canadiense Summer McIntosh dio el primer golpe en la pelea que mantiene con la estadounidense Katie Ledecky por el título de ‘reina’ indiscutible de la natación, tras imponerse este domingo en una final de los 400 libre de los Mundiales de Singapur en la que la norteamericana tan sólo pudo ser tercera.
Aunque más doloroso para Ledecky, la nadadora con más medallas de oro en Juegos Olímpicos y Mundiales en toda la historia, que esa medalla de bronce fueron los 2.23 segundos en los que los que la joven McIntosh, de 18 años, le aventajó.
Y eso que la canadiense, la vigente campeona olímpica, no pareció nadar en ningún momento al máximo de sus posibilidades, consciente de que apenas media hora más tarde tenía que disputar las semifinales de los 200 estilos, donde buscará el segundo de los cinco oros individuales que se ha propuesto ganar en Singapur.
De hecho, Summer McIntosh, a la que le bastó con un cambio de ritmo al paso por los 200 metros para destrozar la final, se quedó a más de dos segundos de su propio récord del mundo, tras alzarse con la victoria con un tiempo de 3:56:26 minutos.
Casi dos segundos más que la china Bingjie Li, que se colgó la medalla de plata con un crono de 3:58.21 minutos, nuevo récord asiático, tras adelantar a Katie Ledecky en los metros finales.
Un último largo que se le hizo eterno a la norteamericana que tuvo que conformarse con el bronce con un registro de 3:58.49 a más de dos segundos de su mejor marca del curso, los 3:56.81 que firmó el pasado mes de mayo y que le hubieran servido para ganar la medalla de plata en la ciudad asiática.
Martens completa la triple corona en los 400 libre
El alemán Lukas Martens completó la triple corona, tras añadir este domingo en Singapur al oro olímpico que logró el pasado año en los Juegos de París y al oro continental que ganó en 2022 en Roma, el título de campeón del mundo de los 400 libre.
Un triunfo más agónico de lo esperado, ya que Mertens, el plusmarquista universal de la distancia, tan sólo aventajó en 2 centésimas al australiano Sam Short, tras tocar la pared en un tiempo de 3:42.35 minutos, a más de dos segundos y medio de su récord del mundo.
Resultado que a falta del último largo pareció que podría ser distinto tras voltear en primera posición el australiano Sam Short, campeón el mundo en el año 2023 en Fukuoka.
Pero Martens, un nadador capaz de nadar los 200 en 1:44 minutos, impuso su mayor punta de velocidad para ocupar el primer escalón de un podio que completó el surcoreano Woomin Kim, bronce en los Juegos de París, con una marca de 3:42.60 minutos.
La china Zidi Yu disputará su primera final con 12 años
Si el alemán Lukas Martens es a sus 23 años todo un experto en finales, la jovencísima nadadora china Zidi Yu, de tan sólo 12, peleará por primera vez por las medallas en una gran competición internacional, tras ‘colarse’ en la final de los 200 estilos.
Una final en la que Yu, que firmó un crono de 2:10.22 minutos, tendrá muy difícil, por no decir imposible, pelear por las medallas, tras acceder a la última ronda con el con el segundo peor tiempo de todas las participantes.
Pero ya tendrá tiempo de pensar en el podio la nadadora china, que buscará alcanzar también la final en estos Mundiales en los 400 estilos y el los 200 mariposa, en los que Zidi Yu partirá con la sexta mejor marca de todas las inscritas.
Walsh se ‘baña’ camino de la final de los 100 mariposa
Por su parte, la estadounidense Gretchen Walsh se dio un ‘baño’ camino de la final de los 100 mariposa, prueba en la que la norteamericano posee las siete primeras mejores marcas de todos los tiempos, tras cerrar las semifinales en primera posición con un tiempo de 56,07 segundos
El mismo crono que la sorprendente belga Roos Vanotterdijk y casi un segundo y medio de los 54.60 que la pequeña de las hermanas Walsh estableció el pasado mes de mayo como nuevo récord del mundo.
Margen que dejó claro que Gretchen Walsh estuvo en todo momento más preocupada en reservar fuerzas que sacar músculo con vistas a una final, en la que parte todavía como más favorita al oro, tras la renuncia de última hora de su compatriota Torri Huske, la campeona olímpica.
Australia inflige una doble derrota a Estados Unidos en los relevos
Una Torri Huske que sí participó , a diferencia de Gretchen Walsh, en la final del relevo 4×100 libre femenino, lo que no impidió al cuarteto norteamericano caer de nuevo derrotado ante Australia, que sumó su cuarto oro en los último cinco Mundiales.
Nueva derrota que Huske trató de evitar de todos los modos con una gran posta final, que fue insuficiente para impedir que el equipo australiano, integrado por Mollie O’Callaghan, Meg Harris, Milla Hansen y Olivia Wunsch, se alzase con la victoria con un tiempo de 3:30.60 minutos.
Cuarenta y cuatro centésimas menos que Estados Unidos, plata con una marca de 3:31.04, que acrecentó las dudas sobre el verdadero impacto de la intoxicación alimentaria que sufrieron varios nadadores del equipo, cuya identidad no se ha desvelado, durante una concentración previa al Mundial.
Derrota que se repitió en la categoría masculina, en la que Australia se colgó la medalla de oro con un crono de 3:08.97 minutos, nuevo récord de los campeonatos, gracias a una sensacionales cien metros finales de Kyle Chalmers.
El oceánico que arrancó la última posta con una desventaja de 7 décimas con relación al estadounidense Jonny Kulow, superó por 61 centésimas al cuarteto italiano, plata con 3:09.58, y en 67 al equipo norteamericano, que se tuvo que conformar con la medalla de bronce con un tiempo de 3:09.64 minutos.