Santo Domingo, 13 jul (EFE).- El colectivo LGBTIQ+ celebró este domingo en la capital dominicana su Caravana del Orgullo, un acto festivo pero también reivindicativo a favor de la diversidad y los derechos porque, como se dijo en los discursos, «la lucha debe continuar para no retroceder».

«Marchamos para recordar que en República Dominicana ser LGBTIQ+ sigue siendo un acto de valentía. Denunciamos las múltiples violaciones a nuestros derechos, al mismo tiempo que celebramos nuestras vidas, nuestras resistencias y el amor en todas sus formas y manifestaciones», afirmó Daniel Benítez, director ejecutivo de la Red de Voluntarios Amigos Siempre Amigos (Revasa).
Se trata, afirmó, de la decimoctava edición de la marcha desde que nació en 2007 como «respuesta a las múltiples formas de exclusión que enfrenta la comunidad LGBTIQ+, y que ha recorrido durante casi dos décadas las calles de Santo Domingo visibilizando luchas, resistencias y esperanzas», son 18 años de «¡Orgullo, Resistencia y Diversidad!», subrayó.
Entre otros representantes de organizaciones del colectivo LGBTIQ+, Cristián King, director ejecutivo de Trans Siempre Amigas (Transsa), llamó a estar atentos a lo que afecte su «libre desarrollo de la personalidad y el «ejercicio pleno» de su ciudadanía, y se refirió a la reforma del Código Penal, que «puede ser un retroceso en materia de derechos» para la comunidad.
«Vamos hoy a disfrutar el Orgullo, pero vamos también mañana a estar orgullosos de lo que somos y vamos a demostrarlo estando pendientes (….) Cuando se nos discrimine vamos a denunciar, cuando se nos agreda vamos a denunciar (…) Lo que no se visibiliza no existe», alertó.
En el mismo sentido, el activista Elías Ramos, director de Proyectos de ProActividad, afirmó: «Hoy es un día de celebración, pero mañana cuando volvamos a nuestra realidad no olvidemos que la lucha debe continuar para no retroceder».
En medio de un intenso calor, una larga caravana de automóviles y camiones recorrió sectores emblemáticos de la ciudad, incluida la Zona Colonial, como «un acto de acercamiento, de construcción de puentes y de presencia comunitaria, llevando un mensaje de dignidad, respeto y orgullo», en palabras de Benítez.
A ritmo de música y baile, la bandera arcoiris fue la protagonista de la jornada, también en vestidos y trajes, abanicos o sombreros para protegerse del sol.
Para terminar, una gran fiesta de cierre con DJs en directo en un céntrico parque en el malecón de Santo Domingo.