Sevilla, 12 ago (EFE).- La Catedral de Sevilla guarda la maquinaria de limpieza y los productos empleados en estas tareas en espacios exteriores, como el Patio de los Naranjos, como prevención de incendios como el que ha afectado a la Mezquita de Córdoba, cuyo origen se atribuye hasta el momento a una de estas máquinas.
Desde hace más de diez años no se almacenan sillas de madera en el templo sevillano y las pocas que mantiene en su interior son metálicas, ha explicado a EFE su director de Seguridad, Manuel Campos, quien desempeña este cargo desde hace algo más de diez años y quien asegura que siempre se evita acumular material inflamable junto a fuentes calóricas.
Campos ha asegurado igualmente que todos los bomberos de Sevilla están familiarizados con la catedral, edificio que han estudiado exhaustivamente hasta el punto de conocer todos los accesos a cada una de sus partes, bien desde el suelo o desde las cubiertas.
En agosto del año pasado los bomberos sevillanos junto a la Unidad Militar de Emergencias (UME), fuerzas y cuerpos de seguridad, y conjuntamente con el Archivo de Indias, efectuaron un simulacro del que también se dedujeron sistemas de actuación ante incendios, según ha recordado Campos, quien ha asegurado que los simulacros, a nivel interno del personal de la catedral, se efectúan con una periodicidad anual.
«El riesgo cero no existe en un edificio de esta envergadura», ha señalado Manuel Campos, quien ha explicado que por ese mismo motivo la seguridad del templo se basa en las medidas de prevención y en un Plan de Salvaguarda de Patrimonio Cultural.
Este plan, según ha dicho a EFE la responsable de Comunicación de la Catedral de Sevilla, Raquel Liñán, incluye una clasificación de las muchas piezas artísticas que se conservan en el templo para que, una vez puestas todas las personas a salvo en caso de incendio, determinar cuáles deben ser priorizadas en el rescate.
Además de ese Plan de Salvaguarda, que según Liñán es pionero en Europa, el Plan de Seguridad de la catedral se revisa trimestralmente para su actualización, según ha explicado Manuel Campos, quien asegura que una copia de este plan se facilita siempre actualizado a Protección Civil y Bomberos.
Ambos responsables de la catedral han coincidido en que la seguridad depende de un equipo multidisciplinar, en el que están igualmente implicados los técnicos de conservación y de mantenimiento.
El contacto con el operativo de la UME con base en Morón de la Frontera (Sevilla) es periódico, por las labores de prevención y por la formación de su propio personal en tareas de salvaguarda de patrimonio histórico.
El patrimonio histórico también se vio amenazado el viernes pasado cuando un incendio forestal quedó a las puertas del conjunto arqueológico romano de Itálica, en la localidad sevillana de Santiponce, un siniestro cuyas causas está investigando la Guardia Civil.
La investigación la ha iniciado el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), ante los indicios de que el incendio haya podido ser provocado, para lo cual los agentes ya han recogido muestras en el perímetro afectado, un paraje forestal limítrofe con el conjunto arqueológico.
La Basílica del Gran Poder de Sevilla cuenta desde hace 17 años con un sistema de protección contraincendios para salvaguardar esta imagen religiosa, integrado por un cierre hermético de tres hojas de acero superpuestas y una pantalla de vidrio reforzado y que se activa de forma automática cada vez que se cierra el templo, con un tiempo de resistencia al fuego de dos horas.