Roma, 23 may (EFE).- La ciudad de Nápoles, volcada con el equipo de la ciudad, explotó en cuanto el club conquistó el cuarto ‘Scudetto’ de su historia y se sumó en una gran fiesta que durará toda la noche.

Al igual que pasó hace dos años, en 2023, la ciudad de Nápoles entró en delirio colectivo cuando el equipo conquistó el título, el cuarto de su historia y el segundo en tres años, el segundo también sin Diego Armando Maradona, que levantó los dos primeros en 1987 y 1990.

Las autoridades desplegaron un gran efectivo policial para controlar los grandes puntos de reunión como la Vía Toledo, la principal de Nápoles, la plaza Plebiscito, donde se reunieron miles de aficionados para ver el partido en las pantallas gigantes que el ayuntamiento dispuso para disfrutar del gran día.
Los cláxones, los petardos, las bengalas y el color azul coparon una ciudad entregada al fútbol que vivirá otra noche histórica, como aquella de 2023, en una fiesta que une a todo un pueblo, seguidor de un único equipo y que solo ha visto el ‘Scudetto’ viajar más al sur de Roma en 5 ocasiones. Una a Cagliari, en Cerdeña; las otras 4, todas a Nápoles.
A las cincuenta y cinco mil personas que vieron en directo el partido en el Diego Armando Maradona se unirán cientos de miles por toda la ciudad sureña, en una fiesta sin parangón que durará, al menos, toda la noche. Nápoles, la ciudad, es campeona de Italia.