La ciudad más antigua de Colombia celebra sus 500 años con una obra musical frente al mar

Artistas participan en la obra 'Ceremonia Viva' este martes, durante la conmemoración de los 500 años de la fundación de Santa Marta (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Santa Marta (Colombia), 29 jul (EFE).- A orillas del mar Caribe, en la playa de El Rodadero, la ciudad colombiana de Santa Marta celebró este martes sus 500 años de fundación con una obra escénica y musical que evocó el mestizaje cultural, la riqueza natural y la memoria de la ciudad más antigua del país aún habitada.

Artistas participan en la obra 'Ceremonia Viva' este martes, durante la conmemoración de los 500 años de la fundación de Santa Marta (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

La obra ‘Corazón del mundo’ convocó a más de cien actores, músicos y bailarines locales que, bajo la dirección del coreógrafo Jimmy Rangel y con la participación de estudiantes de la Universidad del Magdalena, transformaron el atardecer samario en un viaje simbólico por la historia del territorio.

Artistas participan en la obra 'Ceremonia Viva' este martes, durante la conmemoración de los 500 años de la fundación de Santa Marta (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

La obra, que abrió con las palabras de la cantante colombiana Adriana Lucía y la voz de un mamo (líder espiritual) de la Sierra Nevada, fusionó espiritualidad, memoria ancestral y celebración popular.

Representaciones de la madre naturaleza, la leyenda de los doce hijos de El Dorado, la llegada de los europeos sobre ocho caballos reales, una marioneta gigante en honor a África y ritmos de vallenato y cumbia narraron el sincretismo que ha dado forma a Santa Marta.

La ministra de Cultura, Yannai Kadamani, sorprendió al público al actuar en la obra como una de las intérpretes, camuflada entre los bailarines.

La pieza culminó con la unión de todas las culturas y elementos naturales, en una exaltación del agua de los ríos, del mar y de la sierra como fuerzas vitales del territorio.

«La idea era resaltar momentos de la historia de Santa Marta y representarlos de una forma simbólica, desde lo curioso, desde la alegría y el tambor», explicó a EFE una de la productoras del acto, Melisa Saumet, quien explicó que tardaron meses en lograr ese resultado sobre la arena.

En lo musical, el espectáculo fue un mapa sonoro del mestizaje: desde las gaitas ancestrales hasta la electrónica tropical, pasando por el vallenato contemporáneo, los cantos afrocubanos y las fusiones urbanas.

El acto cerró con fuegos artificiales y dejó a cientos de asistentes entre luces, emoción y olas, con el eco de una ciudad que, desde el ‘Corazón del mundo’, reafirma su lugar como faro del Caribe.