La CNMV presenta un plan para mejorar la protección al inversor y potenciar los mercados

Madrid, 11 jun (EFECOM).- La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha presentado este miércoles un plan estratégico a seis años denominado «CVNM 2030» con el fin de modernizar y renovar la institución, mejorar la protección del inversor e incentivar los mercados de valores. El presidente de la CNMV, Carlos San Basilio, expuso nueve prioridades de ese plan durante su comparecencia en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados, en la que explicó la memoria de actividad de la CNMV el año pasado. En ese documento, subtitulado “Un supervisor para un tiempo nuevo”, se establecen una veintena de acciones concretas que deberán estar operativas en un plazo de 2 ó 3 años. En 2027 revisarán las prioridades si fuera necesario y se actualizarían de cara a la segunda parte del mandato. San Basilio ha justificado esas medidas por el momento de cambio de los mercados de capitales y por la necesidad de la CNMV de «adaptarse a las nuevas realidades financieras y geopolíticas, y contribuir al desarrollo de los mercados de capitales». Entre los objetivos, y dado que tiene como principal mandato legal la protección del inversor, el presidente de la CNMV ha señalado que se ha creado un nuevo departamento dependiente de la vicepresidenta, Paloma Marín Bona. Esa nueva división del organismo supervisor se ocupará de «diferentes elementos de la protección del inversor, como son la lucha contra el fraude, la gestión de reclamaciones y la educación financiera». Su creación responde a la necesidad de adaptarse «a los retos de los nuevos tiempos», como el proceso de digitalización de la sociedad y la utilización de las redes sociales y canales digitales por el inversor minorista, «que ha favorecido conductas fraudulentas, con una creciente importancia de los criptoactivos». Ese nuevo departamento «deberá impulsar también la cooperación con otras entidades públicas y privadas para reforzar los esfuerzos en la detección temprana y prevención del fraude en el marco del Plan de Acción Contra el Fraude Financiero acordado en 2022». Además, San Basilio ha comentado que la protección del inversor, sobre todo el minorista, debe ir acompañada de esfuerzos para reforzar su participación en los mercados de valores con medidas que faciliten la comprensión y el acceso a alternativas de inversión adecuadas a su perfil mejorando su conocimiento financiero. De esa manera, los inversores europeos y españoles podrían ver «el atractivo de los mercados de valores» y de la diversificación, a lo que ayudaría «el diseño de incentivos adecuados –incluidos los de naturaleza fiscal-«. Así, se refirió a la cuenta individual de ahorro en activos financieros implantada en Suecia para la inversión a largo plazo. A este respecto, ha comentado que la Comisión Europea y algunos países de la Unión Europea están trabajando en una versión de esa cuenta que se caracterizaría por «la sencillez en la operativa, la amplitud de los activos elegibles y el diseño de incentivos fiscales propios de cada uno de los países». Sobre el desarrollo de los mercados de valores propuso una «estrategia específica y ambiciosa» para unos mercados públicos «eficientes», porque las bolsas, están perdiendo peso, en España y Europa, con un menor número de empresas listadas y menores volúmenes de negociación. Para San Basilio las bolsas deben seguir siendo una alternativa de financiación empresarial y de inversión para los ahorradores y por su papel en el crecimiento del capital riesgo y la gestión colectiva. Por ello, ha propuesto adoptar medidas ambiciosas que actúen sobre la oferta, para que «las empresas vean en el mercado regulado una fuente de financiación complementaria y atractiva a largo plazo», y sobre la demanda, para ampliar «la base inversora, tanto institucional como minorista». En relación con este asunto ha hablado de la iniciativa europea de Savings and Investments Union y de la nueva modalidad de acceso a la bolsa presentado hace dos semanas, denominado «Easy Access» y que no implica la distribución inmediata de acciones. El plan también contempla la revisión en sus primeros años de aplicación del Código de Buen Gobierno, que se actualizó por última vez hace cinco años, para que incluya aspectos sobre las finanzas sostenibles o al desarrollo tecnológico, como la ciberseguridad, la digitalización o el empleo de la inteligencia artificial. La «simplificación del marco regulatorio y supervisor» también está contemplada entre su prioridades, para lo que la CNMV promoverá «la eliminación de requisitos administrativos» que no aportan valor añadido. También abordará la «revisión» de prácticas supervisoras para agilizar los procedimientos, reducir cargas innecesarias y acortar los plazos, mediante la supresión de «trámites que no estén justificados por cuestiones de riesgo». El presidente de la CNMV defendió la independencia de la institución y habló de la necesidad de adaptarla a los nuevos tiempos con una plantilla preparada y con la tecnología adecuada que apoye la gestión interna y haga la supervisión más eficiente, además de referirse a su papel internacional y su influencia en Europa.