Londres, 8 abr (EFE).- La ‘columna española’ del Arsenal, de delantero a portero pasando por el entrenador, puso en órbita al club del norte de Londres en un inolvidable duelo contra el Real Madrid, que les dio una clara ventaja para la vuelta de los cuartos de la Liga de Campeones.
Formó de inicio el Arsenal con dos españoles (Merino y Raya) por uno el Madrid (Asencio), un desequilibrio que ya se ha convertido en la norma cuando los blancos pisan tierras inglesas.
Junto al centrocampista reconvertido en ‘nueve’ y al portero, dos fijos en las convocatorias del seleccionador español Luis de la Fuente, figuraban otros dos jugadores que sacaron los dientes en la Liga española, Odegaard y Thomas Partey.
Y desde la banda observaba el donostiarra Mikel Arteta, ingeniero sin discusión de este Arsenal que se concibe desde la valentía, la posesión y la presión alta.
Si fue el extremo Saka quien lideró a su equipo sobre el verde, dando una noche para olvidar a su par Alaba, la victoria ‘gunner’ se explica desde la pizarra de Arteta, un entrenador al que le costó ganarse el corazón del Emirates tras su llegada hace cinco temporadas pero que es ahora el jefe indiscutible del equipo.
Arteta le ganó la partida a Ancelotti a base de atosigar la creación de juego del centro del campo madridista, que no conseguía lanzar a campo abierto a sus velocistas en ataque.
El técnico puso el dibujo, pero el navarro Merino puso el corazón, la entrega y un gol que le consagra como el delantero inesperado que necesitaba el Arsenal para poner la guinda al pastel.
El canterano de Osasuna realizó un trabajo gris a lo largo de todo el partido pero lleno de sentido y de fútbol. En defensa era uno más a la hora de tapar las conexiones en la sala de máquinas madridista. En ataque bajaba a descargar de espaldas, para abrir huecos a su espalda y crear superioridades en la parte ancha.
Con el manual del ‘falso nueve’ bien aprendido, que en algunas ocasiones dejaba desatendido el remate final ante las peligrosísimas asistencias de Saka, Merino no lucía, pero trabajaba a destajo.
Hasta que en el minuto 75 por fin encontró la recompensa a su partido de brega y clase. En la enésima combinación del Arsenal en la frontal del área, Lewis-Skelly lo encontró en un pase atrás y Merino remató con enorme clase un balón menos fácil de lo que él lo hizo parecer.
Se trataba de su octavo gol esta temporada para el Arsenal, nada mal para un recién llegado que además ha tenido que reinventarse en una posición que le era ajena.
Aunque ya demostró en su debut como profesional en las filas de Osasuna, allá por 2015 en la Segunda división española, que podía funcionar como llegador (siete goles metió siendo medio centro), su explosión como delantero ha llegado de la mano de Arteta. Buenas noticias adicionales para De la Fuente.
Además, el pamplonés tiene especial querencia por el Real Madrid: cuatro goles le ha metido ya en su carrera (tres de ellos con la Real Sociedad).
La conexión española ha llevado al Arsenal a la pelea por la Premier League (ahora casi imposible por la distancia que tiene el Liverpool) gracias a las paradas de un Raya que, además, es uno de los mejores arqueros de Inglaterra con el balón en los pies, como le gusta a su entrenador.
Y, quien se lo iba a decir a él, quizá el español ‘gunner’ con menos presencia de la noche fue su portero, que mostró en todo momento una seguridad absoluta que contagió a sus defensas.
Apenas lo pusieron en problemas los delanteros madridistas, y todo lo que le llegó, principalmente de la mano de Mbappé, lo arregló con absoluta solvencia.
En una noche de debacle absoluta para el Real Madrid, los españoles que brillaron iban de rojo.
Enrique Rubio