Sevilla (España), 30 jun (EFE).- La IV Conferencia Internacional de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo comenzó este lunes en Sevilla (España), con un primer llamado general a reformar la arquitectura financiera internacional para aliviar la deuda de los países en desarrollo y poder invertir en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
«Estamos aquí en Sevilla para cambiar el rumbo. Para reparar y poner en marcha el motor del desarrollo y acelerar la inversión a la escala y velocidad necesarias», consideró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la apertura de la conferencia.
La Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FfD4) llega una década después de la anterior y de que se aprobaran los ODS fijados para 2030, y justamente el encuentro pretende buscar nuevas formas de conseguir financiarlos.
«Dos tercios de las metas de los ODS están rezagadas, alcanzarlo requiere una inversión de más de 4 billones de dólares al año», recordó Guterres.
Retomar la senda

Por su parte, el jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró en la inauguración de la conferencia en la que ejerce de presidente, que es «la hora de rendir cuentas» y demandó no «caer en la complacencia» porque «solo un tercio de las metas evaluables está en camino de cumplirse».
«Esta no es en absoluto una senda de desarrollo sostenible, es una senda que nos lleva a la frustración», dijo Sánchez, y pidió a las delegaciones asistentes concentrarse en tres objetivos: el primero, transformar los compromisos plasmados en la agenda 2030 «en acciones reales sobre el terreno» movilizando a todos los actores: instituciones, sociedad civil y los sectores privados.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Philemon Yang, recordó que «los países en desarrollo están en la cuerda floja», pues «3.300 millones de personas viven en países que dedican más dinero a pagar la deuda que a sanidad y educación».
Aliviar la deuda
«Estamos aquí para crear un sistema financiero que sirva para la humanidad, parece una tarea imposible, pero se puede hacer», apuntó el presidente del Consejo Económico Social de la ONU, Bob Rae.
«Con un servicio de la deuda que asciende a 1,4 billones de dólares al año, los países necesitan — y merecen — un sistema que abarate el costo del endeudamiento, facilite la reestructuración justa y oportuna de la deuda, y prevenga las crisis de deuda en primer lugar», subrayó Guterres.
Por ello, como primeros pasos, que se abordarán durante la conferencia y en el documento final, el secretario general de la ONU propuso «reparar el sistema mundial de la deuda, que es insostenible, injusto e inasequible».
Y también «triplicar la capacidad de préstamo de los bancos multilaterales de desarrollo y reorientar los derechos especiales de giro para aumentar la capacidad de préstamo y ayudar a los países en desarrollo a impulsar la inversión».