Madrid, 25 abr (EFE).- La alteración de las corrientes oceánicas, la contaminación, la pesca industrial y la introducción de especies exóticas invasoras son, según distintos especialistas consultados por EFE, los principales peligros a los que se enfrenta el pingüino, animal que este viernes conmemora su día mundial.
“Como grupo, los pingüinos son un caso paradigmático de organismos afectados por el cambio climático”, explica Pep Arcos, coordinador del Programa Marino de SEO/BirdLife, ya que “están muy ligados a ambientes fríos y el calentamiento global reduce sus zonas de confort para poder criar y disponer de alimentos”.
Arcos incide en el peligro que supone la posible alteración de las corrientes oceánicas derivada del calentamiento global, ya que este cambio de patrones dificultaría su obtención de alimentos.
Igual sucede con la pesca industrial, especialmente la enfocada al krill, un crustáceo planctónico del que “tan sólo la especie de pingüino macaroni puede consumir más de 10 millones de toneladas al año, lo que representa más de un 10 % sobre el consumo de biomasa de todas las aves marinas del mundo”.
También destaca casos como el del pingüino emperador, que “empieza a criar en invierno sobre la banquisa de hielo para que, conforme se deshiele, los pichones puedan saltar al mar”: al derretirse más rápido la banquisa debido al aumento de las temperaturas, la mortalidad de sus crías también crece.
Pingüinos contra Trump
Estos riesgos son “mucho más reales que los aranceles” impuestos recientemente por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump a las islas Heard y McDonald, territorios en los que viven varias especies de estas aves, según explican portavoces de la ong Penguins International.
Esta organización publicó hace unas semanas un vídeo humorístico que mostraba a los pingüinos locales “manifestándose” en su migración anual y que se hizo viral.
El objetivo de las imágenes era concienciar sobre las amenazas a las que se enfrentan estos animales, aunque Ignacio Juárez, investigador de la Universidad de Oxford, recuerda que no son sociables, si bien se organizan en colonias y buscan los mismos terrenos para habitar.
De la Antártida a Galápagos
Una actividad que podría ser beneficiosa para su preservación es el turismo, como señala Pablo “Popi” García Borboroglu, presidente de la Global Penguin Society, ya que “bien controlado, es un buen aliado de la conservación”, especialmente en países en vías de desarrollo.
Juárez no descarta un impacto negativo pero admite que la falta de estudios y el cruce de variables impiden demostrarlo.
Aunque la mayoría de pingüinos habita en las zonas antárticas y subantárticas, existe una especie que vive al norte del ecuador: en las islas Galápagos, donde “dispone de gran cantidad de alimento, no tiene depredadores y se ha ido adaptando durante miles de años a la zona”, explica Gustavo Jiménez, investigador principal para la conservación de aves marinas de la Fundación Charles Darwin.
Aunque disfruta de un buen estado de conservación, también está amenazado por la incidencia del cambio climático en las corrientes oceánicas y en el aumento de fenómenos regionales como El Niño o La Niña, además del impacto de la contaminación, la sobrepesca o la introducción de especies invasoras, especialmente gatos y ratas, que atacan a sus crías.
Matanza en la Patagonia
Aunque menos comunes, también existen peligros puntuales como la matanza de decenas de crías en 2021 en Punta de Tomba, en la Patagonia argentina, donde un productor ganadero destruyó al menos 175 nidos de pingüino con una retroexcavadora.
Varias organizaciones ambientales llevaron este caso a los tribunales y el productor fue condenado a tres años de prisión condicional con numerosas prohibiciones preventivas para evitar más daños al ecosistema.
Para García Borboroglu, el caso fue “muy importante” al ser la primera vez que los tribunales argentinos juzgaban una denuncia de este tipo; en su opinión, es también un hecho relevante para el resto del mundo al “sentar un precedente” que “ilumina la necesidad de contar con un fuero ambiental específico”.