Madrid, 8 may (EFE).- El impacto de los parques eólicos sobre el medio, como en el caso de las aves o los murciélagos, puede reducirse con “sistemas de detección” y estudiando la rutina de los animales afectados, ha afirmado a EFE Maribel Gutiérrez-Monzonís, autora de ‘Vecinos eólicos’, libro que recorre diez municipios españoles con estos parques.
El libro, presentado este jueves en el Congreso de los Diputados, ha sido impulsado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y en él los textos de Gutiérrez-Monzonís, que lleva décadas trabajando en la comunicación ambiental, se complementan con las fotografías de Covadonga Gala.
Su objetivo, según la AEE, es “dar voz a quienes conviven con la energía eólica y promover el diálogo con el sector”, garantizando que la instalación de estas infraestructuras se da con el apoyo de las poblaciones locales.
Basándose en sus conversaciones con los vecinos de cada municipio, Gutiérrez-Monzonís cree que la puesta en marcha de la energía eólica en los pueblos que ha visitado ha dejado “igual que antes o mejor” la ganadería local, debido a la reapertura de “rutas de acceso en las zonas de montaña para subir al parque” que también se aprovechan para el pastoreo.
La autora ha admitido que “al principio hay gente reticente”, como sucedió en el parque eólico de Tordesillas, que se situó muy cerca de un castro de la Edad de Bronce y generó una reacción contraria a la instalación, hasta que “se explicó a los vecinos, con mucha pedagogía, que había un compromiso serio de respetar la zona”; según Gutiérrez Monzonís, “se pasó de la precaución a la compresión e incluso al cuidado del parque”.
Sobre el impacto paisajístico de la eólica, ha apuntado que en lugares como Tarifa “la gente vive de espaldas al parque”; en otros, como los del norte, “son parques tan antiguos que ya se tiene muy interiorizada su presencia”; algunos vecinos también le confesaron, durante la creación del libro, que la presencia de los molinos les parecía buena porque estos “sirven de sombra en verano para las ovejas”.
Guitérrez-Monzonís también ha destacado el aporte a la economía local y a la lucha contra la despoblación que ofrece la energía eólica. Aunque ha reconocido que la creación de puestos de trabajo es “limitada”, ha considerado que “es mejor que nada” y que puede ser una vía para dejar de perder población y permitir a los antiguos habitantes del pueblo regresar a su casa.
A la presentación de ‘Vecinos eólicos’ acudieron, además de la autora, algunos de los alcaldes y vecinos de los municipios que recorre el libro; todos ellos aludieron al papel que ha jugado la energía eólica en la reactivación de sus localidades.