Antonio Torres del Cerro

Niza (Francia), 9 jun (EFE).- El gran ausente en la tercera Cumbre de la ONU sobre los Océanos de Niza, el presidente estadounidense Donald Trump, ha sido el blanco de críticas por parte de ciertos líderes mundiales debido a sus planes expansionistas y su intención de explotar la minería en el fondo del mar.
En la jornada inaugural de la cita, el anfitrión, el presidente francés Emmanuel Macron, y, en menor medida, el secretario general de la ONU, António Guterres, hicieron estos reproches de forma velada, al tiempo que urgieron a mantener el multilateralismo y a defender la ciencia.
También se unió a las críticas, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país acogerá en noviembre la COP 30 en la ciudad amazónica de Belém.
«Lo digo aquí alto y claro. Los abismos oceánicos no están a la venta, como tampoco Groenlandia no es conquistable. La Antártida o las aguas internacionales tampoco están a la venta», declaró Macron, en un incisivo tono, aludiendo a los proyectos de Trump.
Sin citarlo en ningún momento, el presidente francés recalcó el papel que tienen los océanos en el cambio climático y señaló que no se trata de «no es una cuestión de opinión y sí de hechos científicos».
Habló, además, de la necesidad de preservar «una ciencia, libre y abierta» -en otra alusión a la administración estadounidense- e ironizó sobre los planes de la principal potencia mundial de enviar una misión tripulada a Marte.
«Antes de precipitarnos a Marte, es mejor conocer a nuestro mejor amigo, que es el océano», lanzó.
Macron consideró que en Niza, donde se han reunido 63 jefes de Estado y de Gobierno, es el momento de «volver a dar fuerza al multilateralismo».
En un discurso más institucional, Guterres advirtió de que las aguas internacionales «no pueden convertirse en el Salvaje Oeste» y, para regularlo, urgió a los países a ratificar el Acuerdo sobre la Diversidad Biológica Marina en Zonas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ, por sus siglas en inglés).
«Las naciones también están explorando nuevos horizontes en la minería de los fondos marinos: hay que hacerlo equilibrando las preocupaciones justificadas sobre el impacto ambiental con el interés legítimo en los recursos. Todo ello para apoyar una economía oceánica sostenible y la transición a la energía verde», abogó.
Rechazo a la depredación del fondo marino
El presidente brasileño, Lula da Silva, adelantó que su país ratificará hasta finales de año el BBNJ y, aludiendo a los planes de la Administración Trump, pidió que se impida «la carrera depredadora de los minerales» en los océanos.
«No podemos permitir que le pase al océano lo que ha pasado a las reglas del comercio internacional, que han sido tan erosionadas que la Organización Internacional del Comercio (OMC) se ha vuelto prácticamente inoperativa», criticó Lula, en una nueva crítica velada a su homólogo estadounidense.
Para el jefe de Estado de Brasil, los océanos no se pueden convertir «en el escenario de disputas geopolíticas».
Reflejo del desinterés de Estados Unidos en la cita de Niza, Trump envió a Edward Russo, que dirige en la Casa Blanca las cuestiones de medioambiente, pero no a un miembro de su Gobierno.
Durante el plenario, llamó la atención una queja del representante ruso en la Cumbre, quien acusó a Francia de no haber dado visado a un responsable ruso que supuestamente había participado en la organización de la cumbre y en la preparación de la declaración.
Entre otros intervinientes en esta jornada inaugural, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo un llamamiento a ratificar el BBNJ, adoptado en 2023 y que solo España ha ratificado de la UE.
«Europa aportará 40 millones de euros al programa Océano Global. Así que hoy les pido a todos: por favor aceleren la ratificación. El océano necesita que desempeñemos nuestro papel», apeló Von der Leyen.
Entre los 63 jefes de Estado y de Gobierno presentes en Niza, figuran la presidenta de Perú, Dina Boluarte; el del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y jefes de Estado de la República Dominicana, Luis Abinader; de Argentina, Javier Milei; de Paraguay, Santiago Peña; y de Costa Rica, Rodrigo Chaves.
Este último, copresidente de la Cumbre junto a Macron, aseguró que, a pesar de los millones de toneladas de plástico que acaban en el mar cada año y de que el 90 % de las especies están en el borde de sobrepesca, el océano puede «convertirse en solución si tenemos el coraje y la inteligencia para cambiar nuestras formas de actuar».