Isla de San Simón (Pontevedra), 25 jul (EFE).- La ría de Vigo es la cuna de la cultura gallega, con las cantigas como primeros escritos literarios en el idioma de una tierra que este viernes celebra su día, y ahora suena en presente con el Sinsal.

Martin Codax, Meendinho y Johan de Cangas ubicaron sus cantigas, creadas en los siglos XIII y XIV, en una ría que alberga, entre otras joyas, la isla de San Simón (Redondela, Pontevedra), que hoy les rinde un eterno homenaje y los hace más actuales que nunca.
La zona fue la génesis de la cultura gallega, pues acogió la creación de los textos literarios más antiguos que se conservan, y, cada julio, acoge el Sinsal, un evento de música de vanguardia que transforma San Simón, de nuevo, en un motor cultural.
No es un festival al uso: el cartel es secreto hasta desembarcar en la isla, está limitado a 800 personas por día, solo se hace en horario diurno y, además, tiene una política de cuidado ambiental que en esta ocasión hace que los asistentes tengan que llevar sus propios vasos y deban hacerse cargo de sus residuos.
Y las entradas se agotan siempre -esta es la decimoquinta edición- al poco de salir a la venta, con un público que confía en el criterio de los organizadores y que disfruta de unas reglas que hacen que el evento no deje de sumar premios, año tras año.
La primera jornada ha coincidido con la celebración del Día de Galicia y los asistentes han pisado tierra al ritmo de un grupo de pandereteiras, con música tradicional gallega.
Otra de las señas de identidad del evento es la multiculturalidad, que el viernes se ha traducido en actuaciones de formaciones de España, Francia, Japón, Indonesia, Bulgaria, Cabo Verde y Túnez, con público llegado también de todo el mundo.
Han tocado durante la jornada Azulceleste, Cocanha, WaqWaq Kingdom, Ali, Ivo Dimchev, Fidju Kitxora y Ammar 808.
Formaciones modernas y desconocidas para gran parte del público, que han triunfado con diferentes propuestas de múltiples estilos y un ritmo interminable.
El evento no solo tiene música, también incluye una importante propuesta gastronómica -tanto para degustar como en formato de talleres- y más actividades para todos los públicos, siempre con la memoria de San Simón -escenario de batallas, aislamiento de enfermos e incluso un campo de concentración- presente y respetada.
La Orquesta Clásica de Vigo ha tocado, en directo, la banda sonora de la película ‘Canto de Emigración’, un largometraje de 1935 del que se conservan pocos fotogramas originales.
Y en el apartado ‘vintage’, un escenario incluso ha incorporado temas reproducidos directamente de los antiguos casetes antes de dar paso a música pinchada en directo.
Un sinfín de propuestas que han mantenido motivado al público durante todo el día entre la isla de San Simón y el pequeño islote de San Antón -conectado por un puente-, en un flechazo romántico con sonrisas perennes y ganas de repetir.
Sinsal continúa el sábado, con grupos de Angola, Corea del Sur, Marruecos, Portugal, Somalilandia y Reino Unido, cuyos nombres son todavía secretos, antes de la jornada final del domingo.
Hoy, en el escenario de ocho siglos de cultura gallega y con la melodía de la música sobre el leve murmullo del mar suena el presente. Hasta el anochecer.
Miguel Álvarez