La desinformación viaja en español: de WhatsApp en Guatemala a Telegram en España

(i-d) Carmen Quintela, de la Agencia Ocote, Sergio Hernández, de EFE Verifica, y Lula Gómez, de SEGIB, participan en la mesa "La desinformación en español: causas, consecuencias y respuestas", este viernes en Madrid. EFE/Mariana López Alba

Madrid, 13 jun (EFE).- Desde Estados Unidos y Latinoamérica hasta España, la desinformación circula con la eficacia de una ruta trazada. Esa fue una de las ideas centrales que se debatieron este viernes en el Pabellón Iberoamericano de la Feria del Libro de Madrid.

En un contexto de creciente polarización, los expertos que participaron en el ciclo «La ruta de la seda de la desinformación en español», organizado por la Fundación Maldita.es y la Secretaría General Iberoamericana (Segib), señalaron que el español, con más de 580 millones de hablantes, se ha convertido tanto en vehículo de circulación de bulos como en una herramienta clave para articular respuestas colaborativas.

La jornada reunió a periodistas, verificadores, académicos y responsables de proyectos internacionales de lucha contra la desinformación, que abordaron las causas, consecuencias y soluciones frente a la desinformación.

Una de las moderadoras, Clara Jiménez Cruz (Maldita.es/Factchequeado),  subrayó el impacto transnacional de las campañas desinformativas: «durante la pandemia vimos cómo igual que avanzaba el conflicto de la enfermedad, avanzaba la desinformación», afirmó, ya que las mismas mentiras que circulaban en España se replicaban semanas después en América Latina.

También recordó que el 25 % de la audiencia de Maldita.es ya no está en España, sino en otros países hispanohablantes, y destacó el papel de la Agencia EFE, clave para detectar, rastrear y desactivar desinformación en toda la región.

Desinformación y polarización en la sociedad latinoamericana

 Ángel Badillo, investigador del centro de estudios y análisis español Real Instituto Elcano, alertó sobre cómo los discursos manipulados aprovechan la fragmentación social y el debilitamiento de las instituciones democráticas.

«Es difícil determinar si la desinformación genera polarización o viceversa», explicó, porque como muchos fenómenos en ciencias sociales «no hay causa y efecto», aunque admitió que «efectivamente, la desinformación agudiza ciertos procesos sociales», especialmente en sociedades «muy polarizadas».

Desde Guatemala, Carmen Quintela, del medio verificador Agencia Ocote, denunció la escasa moderación de contenidos en plataformas como WhatsApp y Facebook en español, en comparación con el inglés.

Latinoamérica es «un campo de cultivo» ideal para la desinformación: hay menos regulación, más precariedad en los medios y una enorme circulación en redes cerradas, difíciles de rastrear, advirtió.

También señaló cómo bulos sobre género y migración cruzan fronteras sin adaptación alguna, gracias al idioma común.

Sergio Hernández, responsable de EFE Verifica, señaló que «gran parte del problema» es que existe una «economía de la atención» donde las plataformas usan algoritmos para mostrar a los usuarios contenido adaptado a sus gustos y opiniones, pero «la necesidad de estar de acuerdo con lo que vemos nos hace vulnerables a los esfuerzos sociales», dijo.

 China y Rusia, «maestros» de la desinformación

 Los participantes coincidieron en que la desinformación en español no es solo un fenómeno interno, ya que hay una estrategia geopolítica clara por parte de actores como Rusia y China.

Los rusos «son unos maestros» de la desinformación, destacó Hernández, porque tienen un conocimiento desde hace «varias décadas» y logran ganarse la confianza de la población para alimentarlos con «algún tipo de narrativa que a ellos les interesa».

Muchos medios en Latinoamérica y África no pueden pagar los servicios de las agencias de noticias, apuntó Quintela, que explicó cómo medios estatales de esos países ofrecen sus contenidos gratuitamente a medios latinoamericanos con bajos recursos, influyendo así en sus agendas informativas.

«Ni siquiera tienen que hacer un esfuerzo de injerencia muy grande porque como lo dan de manera gratuita se replica y reproduce», añadió.

La cooperación fue uno de los pilares propuestos como respuesta, como por ejemplo el proyecto Iberifier, del que forman parte Maldita.es, Agencia Ocote y EFE Verifica, permite compartir verificaciones en tiempo real entre medios de la región.

«Estamos inundados de información de desinformación porque es divertida y nos entretiene», adviertió Hernández.

La jornada concluyó con un llamamiento a fomentar el pensamiento crítico desde la ciudadanía y fortalecer las redes de verificación