Roma, 15 jul (EFE).- La diputada brasileña de ultraderecha Carla Zambelli, quien huyó de su país tras ser condenada a prisión, ha sido vista en público en Italia, desde donde además mantiene activas sus redes sociales, a pesar de tener una orden internacional de detención y estar incluida en la lista de personas buscadas por la Interpol.
Zambelli, condenada a diez años de cárcel por ordenar a un ‘hacker’ una invasión de los sistemas informáticos del Poder Judicial en pleno proceso electoral, fue vista hace tres días en una misa de una iglesia evangélica en Scafati, en la provincia de Nápoles (sur), con un velo sobre la cabeza, revela este martes el diario ‘Repubblica’.
La legisladora, una de las voces más radicales de la ultraderecha y fiel aliada del expresidente Jair Bolsonaro, mantiene activos además sus perfiles en X e Instragram, desde donde apoya las políticas del mandatario de EEUU, Donald Trump, y ataca al de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Mientras que su abogado, Fabio Pagnozzi, dijo al portal brasileño Metropoles este lunes que «la prioridad de la diputada es demostrar su inocencia y volver a Brasil para continuar su trabajo legislativo», pero «si no es posible, tiene la intención de unirse a un partido en Italia para presentarse a las elecciones italianas».
Zambelli, según el diario, ha mantenido a lo largo de los años contactos con miembros de las formaciones ultraderechistas Hermanos de Italia, de la primera ministra, Giorgia Meloni, y la Liga, del vicepresidente Matteo Salvini.
«Es inaceptable que una persona buscada internacionalmente pueda actuar libremente desde Italia sin que el Ministerio del Interior sea capaz de localizarla», denunció el diputado de Alianza Verde-Sinistra Angelo Bonelli, que se pregunta en el periódico: «¿De qué protecciones políticas goza Zambelli?».
En junio, la Corte Suprema de Brasil solicitó al Ministerio de Justicia que inicie el trámite para pedir su extradición tras ser condenada en mayo por la invasión informática del sistema judicial en medio del proceso electoral de 2022, en el que Lula se impuso a Bolsonaro, que aspiraba a la reelección.
Poco después, Zambelli anunció que había abandonado Brasil debido a lo que calificó de «persecución política». Al parecer, la diputada salió primero hacia Argentina, desde donde se dirigió a Estados Unidos para finalmente llegar a Roma, donde afirmó que estaría protegida por el hecho de tener también la ciudadanía italiana.
La diputada tiene otros procesos pendientes en tribunales brasileños, uno de ellos por haber perseguido a punta de pistola a un militante de izquierda por las calles de São Paulo, un día antes de las presidenciales de 2022.