La economía alemana se contrajo un 0,1 % en el segundo trimestre

Infografía del PIB alemán. EFE

Berlín, 30 jul (EFE).- La economía alemana se contrajo un 0,1 % en el segundo trimestre con respecto a los tres meses anteriores, según el dato adelantado de la evolución del PIB germano publicado este miércoles por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Infografía del PIB en la eurozona y en la UE. EFE

En el primer trimestre del año, el producto interior bruto de Alemania había crecido un 0,3 %, después de que en los últimos tres meses de 2024 se redujese un 0,2 %, cerrando así un segundo ejercicio en recesión.

Según Destatis, las inversiones entre abril y junio en equipamiento y construcciones fueron menores que las del trimestre anterior, mientras que los gastos de consumo públicos y privados aumentaron.

En términos interanuales, la economía alemana en el segundo trimestre se mantuvo estancada con crecimiento cero a precios constantes, mientras que, corregidos los efectos de precio y de calendario, creció en un 0,4 %.

Tras el repunte del primer trimestre, tras dos años sucesivos de recesión, la economía alemana volvió a contraerse entre abril y junio, en un ejercicio en el que los pronósticos más recientes apuntan a que el crecimiento será mínimo.

De acuerdo con las previsiones publicadas el martes por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la mayor economía de la eurozona solo crecerá en 2025 un 0,1 %, mientras que en su pronóstico anterior auguraba todavía un crecimiento cero.

La escalada arancelaria lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, y la consiguiente incertidumbre es el principal factor que ha echado por tierra las esperanzas de recuperación de la economía alemana, fuertemente dependiente de las exportaciones a EE. UU.

Durante el primer trimestre, la anticipación de altos aranceles había llevado al mercado a adelantar exportaciones, lo que había tenido un efecto revigorizador para la producción industrial, que ahora se ha desvanecido.

Tras meses de volatilidad, el acuerdo alcanzado preliminarmente entre EE. UU. y la Unión Europea (UE) esta semana, que prevé un arancel unitario del 15 % para las mercancías europeas, ha sido recibido con alivio por el Gobierno alemán, que lo considera un mal menor frente a los escenarios más catastrofistas.

No obstante, ha reconocido que será un «reto» para la industria germana e incluso para la poderosa industria del automóvil, que ha salido relativamente beneficiada con una bajada de los aranceles previstos del 27,5 % al 15 %, pero que ha advertido de que el acuerdo tendrá un coste de «miles de millones» al año.

Pese a todo, el mes pasado las previsiones eran todavía relativamente optimistas, con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) augurando un crecimiento del 0,4 % este año, gracias a una mejora de la confianza y al aumento del consumo posibilitado por la subida de los salarios reales.

También el prestigioso instituto alemán Ifo corrigió en junio al alza su pronóstico de primavera, del 0,2 al 0,3 %, y consideró que, tras tocar fondo en invierno, la economía germana se dispone a salir de la crisis.

Sin embargo, destacaron que la recuperación depende en gran medida de que el nuevo Gobierno del canciller conservador Friedrich Merz implemente las medidas prometidas para reactivar la economía, entre las que destacan reformas estructurales, alivio fiscal para las empresas y multimillonarias inversiones en infraestructuras y defensa. EFE