Bangkok, 10 abr (EFE).- La enviada especial de Naciones Unidas para Birmania, Julie Bishop, visita el país por primera vez desde que asumió el cargo hace un año y abordará con la junta militar la asistencia humanitaria al país azotado a finales de marzo por un terremoto de magnitud 7,7 que ha dejado más de 3.600 muertos.
Bishop, nombrada en abril de 2024, se reunió el miércoles en Naipyidó con el representante de Exterior del régimen militar, Than Swe, informa este jueves la prensa oficialista.
Ambos abordaron la coordinación de la asistencia y la respuesta a las personas afectadas por el terremoto, publica escuetamente el diario The New Global Light of Myanmar.
La enviada especial, quien entre 2013 y 2019 encabezó la diplomacia de Australia, no ha publicado en sus redes sociales detalles sobre la visita a Birmania.
Antes de visitar el país, la diplomática australiana mantuvo una serie de reuniones en Malasia, país que acoge este año la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que pertenece Birmania.
Conforme a la última actualización de la junta militar, que tomó el poder mediante el golpe de Estado de febrero de 2021, el número de muertos por el terremoto asciende a 3.649, con 5.018 heridos y 145 desaparecidos, indica el canal Myanmar Tv.
El terremoto destruyó casi 49.000 casas, según los datos oficiales, mientras que los equipos de rescate continúan la búsqueda de posibles víctimas entre los escombros.
La sublevación castrense y la posterior sangrienta represión contra la oposición democrática aisló a Birmania de la comunidad internacional, con algunas excepciones como Rusia, su principal suministrador de armamento, y China, con importantes inversiones e intereses en territorio birmano.
Pekín ha sido una de las naciones que más ayuda humanitaria y equipos de emergencia ha enviado a Birmania tras el desastre.
El golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 mantiene a Birmania sumida en un profundo caos político, económico y social que ha exacerbado los conflictos armados que el país padece desde hace décadas.