São Paulo, 25 jul (EFE).- La escultura gigante de un mono dorado instalada esta semana en la ciudad brasileña de São Paulo subraya la importancia de preservar la biodiversidad, a pocos meses de la celebración de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU (COP30) en Brasil.

La obra de arte inflable de unos 20 metros de largo, que parece escalar la fachada de un rascacielos del centro financiero de la ciudad, representa a un primate nativo de las selvas del sudeste asiático que es una de las especies más amenazadas del mundo.
La australiana Lisa Roet, autora de la escultura, señaló en redes sociales que la obra de arte también es una «celebración» de los «maravillosos» primates brasileños, así como de las selvas que habitan.
Además, la artista destacó que falta poco para el inicio a mediados de noviembre de la COP30 en la ciudad amazónica de Belém, la primera vez que el principal evento climático del planeta ocurre en una selva.
Roet, que ha realizado estancias en Asia para explorar la relación entre las poblaciones locales y la fauna, es conocida por sus esculturas gigantes de animales selváticos, desde gorilas a chimpancés, que ha instalado en edificios icónicos de alrededor del mundo.