Estrasburgo (Francia), 6 oct (EFE).- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, buscó este lunes el apoyo de las fuerzas proeuropeas en el Parlamento Europeo ante dos mociones de censura impulsadas por la izquierda y ultraderecha, contra las que volvió a urgir a la unidad ante la inestabilidad y ofreció diálogo para tranquilizar a los que tienen «preocupaciones legítimas».
Se trata de la segunda vez en menos de tres meses que Von der Leyen acude al hemiciclo de Estrasburgo para defenderse de un intento parlamentario de cuestionar su liderazgo y hacer dimitir a su equipo en bloque, si bien estos intentos vuelven a tener pocas opciones de prosperar por el elevado apoyo que requieren para salir adelante. El voto sobre ambas se celebrará este jueves.
Como ya hiciera en julio, la alemana se defendió de las críticas apelando a la unidad ante las amenazas externas y avisando de los intentos de los «adversarios de la UE» de sembrar la división para hacer daño, con una mención directa al presidente ruso, Vladimir Putin, y a eventos recientes como las incursiones de drones rusos en diferentes países europeos.
«El objetivo de esa unidad no es necesariamente que estemos de acuerdo en cada detalle: la tensión y el debate es una parte inherente e importante de hacer políticas. El objetivo es sobre el panorama más amplio, sobre unirnos en torno a lo que tenemos en común para cumplir con los europeos en este mundo peligroso», dijo Von der Leyen en su discurso ante el Parlamento Europeo.
«Putin no oculta su desprecio por nuestra Unión y los cimientos sobre los que se sustenta. Es el truco más viejo del mundo: sembrar la división y difundir desinformación para enfrentar a los europeos entre sí», advirtió.
En el debate en el hemiciclo, defendieron las mociones dos eurodiputados franceses con un importante perfil en la política de su país: el presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, y la jefa de filas de la izquierda parlamentaria y eurodiputada de La Francia Insumisa Manon Aubry.
Con la jornada en Francia marcada por la dimisión del primer ministro, Sébastien Lecornu, Bardella calificó su moción como «un voto contra la Europa de (emmanuel) Macron y la Europa de Von der Leyen», a quien acusó de haber abocado a los agricultores franceses a su primer déficit comercial en medio siglo y de firmar la «rendición comercial» de Europa por los acuerdos con Estados Unidos y el Mercosur.
Aubry, por su parte, mencionó también ambos pactos comerciales y acusó a Von der Leyen de haber «acompañado el genocidio en Gaza» por su «cobardía» y por haberse «negado a romper toda relación comercial con Israel y a aplicar un embargo de armas».
Aunque Von der Leyen no necesita temer por estas mociones de censura, el voto de este jueves pondrá a prueba la estabilidad de su mayoría proeuropea -teóricamente conformada por los populares, socialdemócratas y liberales y apoyada desde fuera por los verdes-, ya que el complicado primer año de la segunda legislatura de la alemana ha expuesto grietas entre sus aliados.
La tensión interna en la coalición, especialmente entre el Partido Popular Europeo y la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, se ha acentuado desde que los populares tienen la posibilidad de pactar legislación tanto con sus tradicionales socios en el centroizquierda como, por primera vez, con los grupos ultraconservadores y de extrema derecha.
Así lo expresó la presidenta del grupo socialdemócrata, Iratxe García, quien rechazó «banalizar» el instrumento de la moción de censura pero advirtió a Von der Leyen de que el PPE, la propia familia política de la alemana, «no puede convertirse en la muleta» de los negacionistas del cambio climático, de quienes niegan la violencia machista o de quienes aplauden las acciones de Israel en Gaza.
También la jefa del grupo liberal Renovar Europa, Valérie Hayer, confirmó que su grupo no votaría a favor de censurar a Von der Leyen pero advirtió de que «eso no quiere decir que todo va bien». «No hemos visto un progreso real desde la primera moción de censura en julio. La mayoría proeuropea que la eligió (a Von der Leyen) funciona mal», apuntó.
El jefe de los populares, Manfred Weber -socio mayoritario en esa coalición-, se limitó por su parte a felicitar irónicamente a los dos eurodiputados franceses por «sacar suficiente material para su campaña» y a respaldar a Von der Leyen en su gestión de las crisis por las que le ha criticado la oposición, como el acuerdo con Estados Unidos para evitar la guerra arancelaria.