Burgos, 27 jul (EFE).- La falta de financiación ha obligado al Colectivo Arqueológico y Paleontológico Salense (C.A.S.) a tomar la decisión de suspender la campaña anual de excavaciones en los yacimientos de dinosaurios de la provincia de Burgos, priorizando los trabajos de limpieza, conservación e investigación de los restos recuperados en más de dos décadas de trabajo de campo.
El presidente del C.A.S., Fidel Torcida, ha explicado a EFE que la excepcionalidad de yacimientos como el de Torrelara, en el que han recuperado más de un millar de fósiles aunque solo han avanzado en el estudio de un 2 %, requiere de una financiación mayor, y más estable, que la que han venido recibiendo.
Al inicio del proyecto paleontológico, que comenzó con las excavaciones en el año 2001, contaban con el apoyo de la Junta de Castilla y León, pero hace tiempo que dejaron de recibir sus ayudas y, actualmente, solo cuentan con el Ayuntamiento de Salas de los Infantes y la Fundación de Dinosaurios de Castilla y León.
Desde el año 2017, además, han sido beneficiarios de las ayudas anuales que convoca la Diputación de Burgos para proyectos arqueológicos y paleontológicos, pero el volumen de restos recuperados, la riqueza de los yacimientos y su complejidad han hecho que ya no sean insuficientes.
Tiempo insuficiente y fósiles sin extraer
Con la subvención de la Diputación han sufragado las excavaciones más recientes en Torrelara, un yacimiento excepcional, ha recordado, y en el que inicialmente trabajaban en capas superficiales pero que han ido profundizando, de modo que los 15 o 18 días de excavación «se les quedaban cortos».
«Hemos dejado sin terminar el yacimiento», ha insistido, pero lo más «frustrante» es que la falta de tiempo -derivada de no disponer de más recursos económicos para sufragar una campaña mayor- les ha hecho dejar sin sacar algunos fósiles que ya tocaban con la punta de los dedos.
Esta situación, unida a las necesidades logísticas para garantizar la seguridad en un yacimiento de 3 metros de profundidad, en el que estaban trabajando con rocas por encima, es lo que les ha llevado a tomar la decisión de suspender la campaña de excavaciones de este año, ha explicado Torcida.
Fósiles sin restaurar ni investigar
La noticia no ha sorprendido pues, en 2023, y tras cerrar la campaña de Torrelara, ya anunciaron que esta posibilidad estaba sobre la mesa, ya que no solo cuentan con presupuestos limitados, sino que la falta de financiación adecuada también les impide avanzar en limpieza, conservación e investigación de los fósiles.
Fidel Torcida ha explicado, por ejemplo, que solo el 2 % de los hallazgos en Torrelara se han empezado a restaurar, y lo mismo ocurre con fósiles recuperados en otros yacimientos, por lo que realmente «no saben lo que tienen» aunque sí que habrá piezas importantes.
La sierra de la Demanda burgalesa, con uno 200 yacimientos de dinosaurios documentados, ha dado grandes hallazgos como el ‘Demandasauros darwini’, una especie única, y ha demostrado gran diversidad, con buena conservación de fósiles, y correspondientes a una época de la que hay pocos vestigios en la península Ibérica: finales de Jurásico, unos 145.000.000 años.
Fidel Torcida ha insistido en que, cuando vayan avanzando en la investigación, se demostrará que todo el trabajo realizado «ha valido la pena», pero para eso requieren también de un contrato estable del restaurador del Museo de los Dinosaurios, ubicado en Salas de los Infantes, una de sus últimas demandas.
Desinterés de la Junta
El Colectivo Arqueológico y Paleontológico Salense agradece al Ayuntamiento de Salas su apoyo, que este año se ha traducido además en la ampliación del museo con una zona de almacén y un laboratorio, pero lamenta el «desinterés» de la Junta de Castilla y León, que ni ayuda a las excavaciones ni ha cumplido con su compromiso de levantar un nuevo Museo de Dinosaurios.
Además, con la nueva Ley de Patrimonio Natural los fósiles de dinosaurio quedan sin protección, ha denunciado Torcida, tras recordar que los dinosaurios son un magnífico recurso de promoción turística, cultural, económica y educativa, pero en Castilla y León «se ha perdido definitivamente ese tren».