La Habana, 1 sep (EFE).- La falta de profesores y uniformes, así como de material escolar básico, marca el arranque este lunes del curso escolar 2025-2026 en Cuba, un tradicional hito social y político en la isla que este año llega en «circunstancias particularmente complejas”, como reconoce el propio Gobierno.
Algo más de 1,5 millones de menores regresaron a las aulas de los más de 10.000 centros docentes de Primaria, Secundaria, Preuniversitario y Enseñanza Técnica Profesional repartidos por toda la isla.
La ministra cubana de Educación, Naima Trujillo, abordó las «circunstancias particularmente complejas» de este arranque escolar por la profunda crisis que vive el país y pidió a los padres y madres, especialmente, «comprensión», «confianza» y «unidad».
«No importa qué nos falta, yo creo que lo más importante es cuánto nos sobra: nos sobra mucho empeño, nos sobra mucha preparación (…), mucha sensibilidad y humanismo», aseguró.
En esa misma línea, el primer ministro, Manuel Marrero, escribió en redes sociales que «en medio de las limitaciones que nos imponen el bloqueo (embargo) de Estados Unidos y su política de máxima asfixia, nuestros niños y jóvenes volverán a llenar las aulas para seguir formándose como hombres y mujeres de bien».
En La Habana falta uno de cada tres maestros

El principal reto es la cobertura docente, que no llega al 100 % de las plazas en ninguna provincia del país. Las autoridades no han aportado cifras nacionales, pero sí difundido algunas, de forma incompleta, de niveles administrativos inferiores.
Según datos recopilados por EFE con base en cifras oficiales, algunas provincias tienen casi completa su plantilla, como Santiago de Cuba (este) y Pinar del Río (oeste), con un 99 y un 96,6 %, respectivamente.
Sin embargo, en otras la situación es muy compleja. En La Habana y en Sancti Spíritus (centro), los centros educativos no han podido cubrir una de cada tres plazas, con un 66,9 % y 68,2 % de cobertura docente, respectivamente.
A nivel nacional el año 2024 cerró con una cobertura del 84,4 %, «con una necesidad de 26.871 maestros”, según trascendió en la reunión anual del Ministerio de Educación de abril pasado.
Esta problemática se viene agravando en los últimos años debido principalmente a la fuerte migración que sufre el país, pero también por la baja remuneración del sector y la falta de atractivo de la carrera pedagógica para los jóvenes.
Déficit de uniformes
El estatal Grupo Empresarial de la Industria Ligera reconoció que pese a que la demanda prevista era de 3,6 millones de uniformes, tan sólo se pudo financiar la producción de 2,2 millones. Y muchos de ellos aún no están confeccionados por los prolongados apagones diarios.
Esto ha llevado a que se priorice la entrega de uniformes a los menores que cambian de ciclo formativo (y por tanto de tipo uniforme). Sólo el 20 % de la matrícula tendrá uniformes nuevos, según la ministra de Educación.
Trujillo afirmó asimismo que este es el «el segundo curso en que de manera consecutiva» Cuba no logra dar «los uniformes de la continuidad» a los matriculados en los cursos que no inician ciclo, «lo que empieza a tener un efecto más fuerte en la familia”.
El reparto de libros de texto avanza con dificultades -algunos se irán entregando en los próximos meses de forma escalonada- y la distribución de libretas, lápices y tizas se garantizan con «normas ajustadas», según informó en el oficialista Cubadebate la viceministra primera de Educación, Cira Piñeiro.
La incapacidad financiera del Estado lleva a muchas familias a buscar material escolar y uniformes en establecimientos privados y en el mercado informal, aunque a precios exorbitantes, tensando las cuentas domésticas, ya maltratadas por la situación económica.
Cuba lleva ya cinco años sumida en una grave crisis con contracción económica y elevada inflación, escasez de productos básicos -alimentos, medicinas, combustible-, prolongados apagones diarios, dolarización creciente y una fortísima emigración.
La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y políticas económicas y monetarias fallidas han agudizado problemas estructurales de décadas de la economía cubana.
En Cuba la educación es exclusivamente estatal y gratuita en todas sus etapas, incluida la universitaria. EFE
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