São Paulo, 17 mar (EFE).- La Fiscalía brasileña denunció este lunes a seis personas, entre ellos tres policías, por participar directamente en el asesinato de Vinícius Gritzbach, quien lavaba dinero para la banda Primer Comando de la Capital (PCC) y fue delator de esta organización delincuencial, en un crimen perpetrado en noviembre pasado en el aeropuerto paulista de Guarulhos.
Entre los denunciados figuran tres policías militares que se “aliaron al mayor grupo criminal” del país para llevar a cabo la ejecución de Gritzbach, según la querella del Ministerio Público.
Dos de ellos han sido señalados como los autores materiales del homicidio a balazos de Gritzbach, empresario y colaborador de la Justicia. El tercero fue acusado de colaborar con la dupla ejecutora y responderá como coautor del homicidio y de otro relacionado.
En la denuncia, la Fiscalía pide que la prisión de los tres agentes, detenidos desde mediados de enero, pase de “temporal” a “preventiva”.
Los otros tres civiles directamente vinculados con el crimen están relacionados con el PCC, permanecen prófugos y fueron acusados de ordenar el asesinato y realizar tareas de monitoreo sobre Gritzbach para brindar información a los ejecutores.
Los seis también fueron denunciados por el homicidio de un conductor de una aplicación de transporte de pasajeros, víctima de una bala perdida, que esperaba en la puerta de acceso al aeropuerto donde se produjo el asesinato y por dos tentativas de homicidio contra personas que resultaron heridas.
Según la investigación de la Policía Civil de São Paulo difundida el viernes, el empresario vinculado al sector inmobiliario fue asesinado en venganza por sus declaraciones.
Acorralado por la Justicia, Gritzbach decidió cerrar un acuerdo de colaboración con la Fiscalía, aunque el secretario de Seguridad de São Paulo, Guilherme Derrite, ha asegurado que “continuó cometiendo actos ilícitos” después incluso de testificar y confesar.
El crimen se produjo a plena luz del día el pasado 8 de noviembre, cuando Gritzbach salía por una de las puertas de acceso de la terminal 2 del aeropuerto de Guarulhos, situado en la zona metropolitana de São Paulo.
Los pistoleros se bajaron de un vehículo, dispararon y se fugaron a los pocos segundos.
El PCC surgió hace tres décadas en las cárceles de São Paulo y sus tentáculos se expanden hoy por todo el territorio brasileño y buena parte de Suramérica, sobre todo en Paraguay y Bolivia.
Las redes de la banda incluyen alianzas con la ‘Ndrangheta italiana y criminales de países balcánicos y africanos, según la Fiscalía de São Paulo.