Barcelona, 18 jun (EFE).- La Fiscalía ha pedido la absolución para los cuatro policías nacionales investigados por dejar tuerto a Roger Español con una pelota de goma el 1-O, a quienes la Audiencia de Barcelona denegó la amnistía, al considerar que actuaron cumpliendo su deber y defendiéndose de los manifestantes.
En su escrito, al que ha tenido acceso EFE, el Ministerio Público concluye que los acusados -un escopetero, un inspector y dos subinspectores de la Policía Nacional- no cometieron ningún delito porque su actuación estaba amparada por la eximente de cumplimiento del deber.
La Fiscalía había pedido la amnistía tanto para Roger Español, que estaba acusado de lanzar una valla contra la línea policial, como para los cuatro policías nacionales, pero la Audiencia de Barcelona se la concedió al manifestante y no a los agentes, argumentando que la ley excluye el perdón en los casos de actuaciones dolosas que hayan causado la pérdida de un órgano principal.
Los agentes se abstuvieron de practicar detenciones
Español perdió la visión en un ojo al recibir el impacto de una pelota de goma que dispararon agentes antidisturbios de la Policía Nacional cuando se replegaban, entre la protestas de los votantes concentrados, tras intervenir en la escuela Ramon Llull de Barcelona para impedir el referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017.
Según la Fiscalía, la actuación policial obedeció a la actitud de «resistencia, desobediencia grave o incluso atentado a la autoridad» de los votantes. De hecho, añade, no se ha podido averiguar «desde qué nivel de mando se impartió la orden de no practicar detenciones, pero dicha orden existió y fue trasladada a los agentes intervinientes», quienes se «abstuvieron» de ejecutarla.
En concreto, detalla el escrito, el inspector investigado ordenó primero el uso de defensas contra los manifestantes, y disparar pelotas de goma cuando estas «no dieron resultado», tras varios intentos de «conminación verbal y de negociación y mediación» para que los concentrados -entre 600 y 800 personas- dejaran retirarse a los policías.
Entre ellos, la Fiscalía destaca la actitud de Roger Español, quien «protagonizó múltiples acometimientos contra funcionarios de la Policía Nacional, incluidos varios lanzamientos de vallas metálicas», una de las cuales, apunta, impactó en la espalda de uno de los policías.
Según el Ministerio Público, desde la masa congregada «se iban produciendo múltiples lanzamientos de vallas metálicas contra los policías», entre gritos amenazadores, un ataque que no cesó cuando los agentes «iniciaron un repliegue dando marcha atrás», pese al «grave peligro» que suponía para su vida e integridad.
«Ante la necesidad de disgregar a la masa y vista la ineficacia del uso de la defensa y del bastón policial», prosigue el escrito, el jefe del grupo ordenó a sus subordinados el uso de salvas, que tampoco lograron que los manifestantes abrieran paso para que los policías pudieran retirarse.
Por ese motivo, entre 30 y 45 minutos después y ante la «escalada de violencia» de la multitud, el inspector investigado dio la orden de disparar pelotas de goma con el fin de disgregar a los manifestantes, una de las cuales rebotó contra el asfalto e impactó en el rostro de Roger Español.
Podían disparar pese a la prohibición del Parlament
Según la Fiscalía, cuando disparó la pelota de goma el escopetero «tenía su campo de visión parcialmente cercenado» porque tenía a otros dos agentes delante de él y «nunca se representó como probable el resultado lesivo que se produjo».
«Disparó en cumplimiento de una orden trasladada por el cauce reglamentario y que no podía desobedecer al no tratarse de una directriz manifiestamente ilegal», sostiene el Ministerio Público.
El escrito recalca que, «a pesar de la prohibición total aprobada en el año 2013 por el Parlament de Cataluña, así como de las solicitudes formuladas al efecto por parte de distintas organizaciones, lo cierto es que el cuerpo nacional de Policía tenía permitido el uso de pelotas de goma como medio antidisturbios».
De hecho, el material que se distribuía entre los antidisturbios incluía botes de humo y lacrimógenos, pero por «instrucción expresa» las unidades desplegadas en Barcelona con motivo del 1-O no las utilizaron.