Madrid, 03 oct (EFE).- La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha recurrido el tercer grado penitenciario concedido por la Consejería de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno Vasco al etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, condenado, entre otros, por el asesinato del niño Fabio Moreno.
Fuentes de la Fiscalía han anunciado este recurso ante el juzgado de Vigilancia Penitenciaria para que revise la legalidad de esa resolución y acuerde la clasificación en el segundo grado del interno.
La Fiscalía recurre tras evaluar el caso «no solo en atención a los derechos del afectado, sino también desde una perspectiva de justicia material».
«Los objetivos perseguidos por el tratamiento penitenciario no pueden orillar los fines del proceso penal, y deben compatibilizar con las exigencias preventivo generales y el favorecimiento de la prevención especial», argumenta el ministerio publico.
Iglesias Chouzas está condenado a 1,123 años, 43 meses y 10 días de prisión, teniendo fijado un límite máximo de cumplimiento de 30 años. Hasta la fecha, solo le disfrutado de cuatro permisos de salida por el Juzgado Central de Vigilancia.
La Fiscalía reconoce que el interno «muestra una evolución muy favorable en el tratamiento penitenciario», pero apunta que «es igualmente cierto que, aún cuando se haya cumplido las tres cuartas partes de la condena de 30 años, la suma total de las penas impuestas es de 1.123 años, 43 meses y 10 días de prisión y los hechos objeto de condena de extrema gravedad».
La organización de víctimas Covite denunció este jueves el tercer grado por ser «fraudulento», ya que no cumple el requisito de arrepentimiento que la ley exige para acogerse a esta progresión de grado, concedida por el Gobierno Vasco.
Covite asegura que este miembro de ETA, que cumple condena en la prisión de Basauri (Bizkaia), «sigue siendo exhibido como héroe por la izquierda abertzale», que lo tilda de «preso político», lo que demuestra que no se ha arrepentido.
Juan Carlos Iglesias Chouzas cumple condenas que suman más de 500 años de prisión por su participación en más de 20 atentados y 15 asesinatos, entre ellos el de el niño de dos años Fabio Moreno, hijo de un Guardia Civil, perpetrado en 1990.