La “fórmula Juan Dávila” o cómo llenar estadios con la comedia: un documental lo explica

Imagen de archivo del actor y cómico Juan Dávila. EFE/Kiko Huesca

Ángel Alonso Giménez

Madrid, 15 may (EFE).- Juan Dávila pasó de salir a la calle para pedir a gritos que la gente fuera a ver su espectáculo a vender en pocos minutos miles de localidades a miles personas deseosas de ver su espectáculo. ‘La senda del pecado’ es un documental que cuenta este viaje de la nada al todo: “la fórmula Juan Dávila”.

Dirigido por Alberto Utrera, el documental se estrenará este jueves y la expectación es alta: muchísima gente conoce y admira a Juan Dávila (tiene más de cinco millones de seguidores en redes sociales), pero no mucha gente conoce al Juan Dávila que estaba antes del de ahora.

En una entrevista a EFE, el cómico (Madrid, 1978) reconoce que él mismo no sabe verbalizar la clave de su éxito a pesar de que ha pensado mucho en ello.

“Si hubiera una fórmula, la repetiríamos todo el tiempo. ¿Es la improvisación con el público? Todo el mundo lo hace, y eso no es. No sé. Se han juntado muchas cosas. Está también lo de los límites del humor… Muchas personas enfermas vienen a mi ‘show’ y yo las trato como a las demás, lo he hecho siempre. Supongo que esto, amplificado por las redes sociales, ha despertado todo”, reflexiona.

¿Límites del humor? Utrera interviene. “Hace poco hizo una broma en un espacio televisivo y se montó revuelo… Resulta que una de las personas que más se alarmó dijo después que a él en realidad le gustaba Juan. Es flipante. ¿Te ofende o no te ofende, o se trata de una corriente a la que te subes? Hay una fórmula, sí: ‘la fórmula Juan Dávila'”.

Antes del éxito, muchos ‘noes’

Los videos en redes sociales con fragmentos de su espectáculo ‘La capital del pecado’ son virales. Uno con los hermanos Iñaki y Nico Williams, futbolistas del Athletic de raza negra; otro con una mujer con discapacidad; otro con una persona con movilidad reducida… En todos, una relación al límite con lo políticamente correcto.

Dávila está atravesando un campo de minas. O no, en su opinión. “Las minas estaban al principio -afirma-, pero ahora, con tanta repercusión, poca gente, públicamente, a lo mejor un cargo político o televisivo, critica. Les parece bien. Tienen la validación de millones de personas”.

Las personas que, por ejemplo, llenarán el Movistar Arena de Madrid en enero de 2026.

El documental de Utrera cuenta el éxito, pero también el fracaso. Porque la vida de Juan Dávila, hasta el éxito, fue un camino lleno de fracasos y de muchos ‘noes’.

Porque en ‘castings’ para películas y series una y otra vez la respuesta fue ‘no’.

“Llegas a un grado de desesperación tal que piensas que no es racional. Me han llegado a decir ‘no’ incluso después de haberme cogido para una película e ir al ensayo de la primera escena”, añade.

“Todo el curro que hay detrás”

Ahora vive Dávila en un ‘sí’ enorme, a lo que se refiere Utrera. “Las puertas del éxito y del fracaso están al lado y no tienen cartel. Lo que a Juan le pasó es que se alinearon los astros; sí, porque en esta profesión hay que tener suerte, pero sobre todo es la consecuencia de los diez años que ha estado tirando, empujando, empujando… Ha sido así siempre”.

Un tipo, apunta el cineasta acto seguido, que ha llegado a ir a un ‘casting’ con el talón de aquiles roto, en silla de ruedas, o que ha llegado a hacer un show entero a pesar de un apagón, equipado solo con una linterna.

Apunta Dávila: “Ahora que voy a cumplir 20 años desde que empecé a hacer comedia, el documental es interesante”.

¿Por qué? “Porque muestra todo el curro que hay detrás”, responde.