La gigafactoría Stellantis-CATL y el reto de crear una «villa» para 2.000 empleados chinos

ZARAGOZA, 09/06/2025.- El movimiento de tierras en los suelos en los que se levantará la gigafactoría de baterías de Stellatis-CATL en Figueruelas (Zaragoza) avanza a buen ritmo. EFE/Javier Cebollada

Figueruelas (Zaragoza), 9 jun (EFE).- El movimiento de tierras en los suelos en los que se levantará la gigafactoría de baterías de Stellantis-CATL en Figueruelas (Zaragoza) avanza a buen ritmo y anticipa la llegada progresiva de hasta 2.000 trabajadores desde China para su construcción, un desembarco que constituye todo un desafío para su alojamiento, que se resolverá con una «villa» de casas prefabricadas.

Con una población de unas 1.250 personas y una oferta de vivienda «cero», como explica a EFE el alcalde de Figueruelas, Luis Bertol, la llegada escalonada de trabajadores chinos exige una solución rápida de alojamiento.

Ya en el mes de abril, detalla el alcalde, hubo una reunión con representantes de la empresa para conocer la disponibilidad de suelo en Figueruelas y, aunque le consta que hay otras opciones sobre la mesa y no se ha tomado una decisión, cree que se decantarán por la localidad, por su cercanía a la nueva planta y disponibilidad de terreno.

«Creo que lo más factible es que sea en Figueruelas», que está preparada para acogerlos y el ayuntamiento, enfatiza, pondrá todos los recursos que tiene a su disposición para que estos trabajadores se sientan «de forma confortable, con seguridad», para que puedan llevar a cabo su trabajo y, por consiguiente, el proyecto, que supone una «buenísima noticia» para su localidad, se desarrolle «de la mejor manera posible».

Aunque no se atreve a aventurar la punta de trabajadores que habrá en la construcción de la planta de baterías, el alcalde es muy consciente de que confluirá una gran cantidad de empleados y considera que la solución para su alojamiento pasa por la creación de una «villa» de casas prefabricadas.

«La poca información que tengo es que están buscando suelos para hacer unas villas» para los trabajadores que se encarguen de la construcción de la gigafactoría. Una solución temporal e independiente de la necesidad de viviendas para los 3.000 empleados que tendrá la factoría cuando esté en funcionamiento.

«A esas personas sí que habrá que darles una solución habitacional», ya sea en Figueruelas, en su opinión una de las mejores opciones por cercanía, o donde quieran vivir.

Y el gran problema que tiene su localidad y las poblaciones del entorno, admite Bertol, es que la oferta de viviendas es «cero», lo que exige al conjunto de administraciones un trabajo «ímprobo» para poner viviendas a disposición de estos trabajadores.

El papel del Gobierno central

ZARAGOZA, 09/06/2025.- Fachada de la factoría de automoción que Stellantis tiene en la localidad zaragozana de Figueruelas. EFE/Javier Cebollada

El papeleo de los contingentes de trabajadores más pequeños se suele resolver a través de las delegaciones de Gobierno, por medio de unidades de extranjería.

Pero en este caso, dada la magnitud del proyecto y el número de trabajadores que se va a contratar en origen, se puso en contacto a Stellantis y CATL con la Unidad de Empresas y Colectivos Estratégicos del Ministerio de Migraciones y Seguridad Social.

Es la «ventanilla más adecuada para hacer las gestiones», como explica el delegado del Gobierno de Aragón, Fernando Beltrán, quien destaca que la llegada de los primeros trabajadores procedentes de China puede ser «muy inmediata», a la vuelta del verano.

Garantías de derechos laborales

La llegada de estos trabajadores es todavía una incógnita para los más de 5.000 empleados de la planta de Stellantis, como confirma a EFE la secretaria general de la sección sindical de UGT en la factoría, Sara Martín.

«Más allá de lo que se comenta en prensa y de las pocas pinceladas que va dando la empresa muy por encima, no tenemos más información», subraya Martín, para quien la compañía lleva este asunto «con tanto cuidado y con tanta precaución» que da por sentado que, hasta que no esté casi todo hecho, no les informarán.

Lo que sí ha garantizado es que la sección sindical de UGT velará por que se cumplan los mínimos legales marcados en la regulación española en materia laboral «para estos compañeros que vengan de fuera».

Comidilla entre los vecinos del pueblo

Aunque el alojamiento en Figueruelas de los trabajadores chinos no está cerrado, es la comidilla de los vecinos en el único bar del pueblo, sin contar con el de las piscinas.

«En el pueblo se dice que van a venir unos 1.500 o 2.000 trabajadores chinos. Comentan que vendrán, pero que se les verá poco» porque «vienen a trabajar, a trabajar y a trabajar», comenta a EFE Felicidad Martínez, una vecina de la localidad que frecuenta el bar con amigas.

«Son especulaciones, habladurías entre nosotras, pero fijo, fijo, no sabemos nada», admite; mientras Sara Deito, otra vecina, rememora la implantación de General Motors en 1982. «Yo me figuro que será como cuando vino Opel, que vino mucha gente a trabajar. Vinieron alemanes y cuando hicieron la fábrica se fueron». En todo caso, espera que sea «para bien». EFE

Ainhoa García Mendaza