Londres, 17 jun (EFE).- La gresca judicial en torno a X centró el debate público sobre la regulación de las redes sociales en Brasil, país donde hay una creciente “preocupación sobre el impacto político” de estas últimas, según detalla el informe Digital News Report 2025 divulgado este martes por el Instituto Reuters.
Entre los debates digitales que tomaron relevancia política y judicial real, el principal destaque del año pasado fue la prohibición de la red social X en todo el territorio brasileño, dictada por un juez de la Corte Suprema.
El conflicto comenzó con un pedido para remover algunas cuentas señaladas de difundir noticias falsas, realizado por el magistrado Alexandre de Moraes a la filial de X en Brasil, quien negó el requisito.
Tras un mes de idas y vueltas, en las que incluso intervinieron el creador de la plataforma Elon Musk y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, X accedió a cumplir una serie de medidas legales y la Justicia la autorizó a operar en todo el país.
Este enfrentamiento entre Musk y De Moraes “ganó gran atención de la prensa”, reza el informe, y posicionó a este juez bajo la lupa de algunos “expertos legales preocupados de que haya ido demasiado lejos”.
En este sentido, el reporte destaca que Brasil cayó del puesto 51 al 57 en el Índice de Democracia elaborado por The Economist, ante la idea de que las sentencias del magistrado podrían tener un “efecto amedrentador sobre la libertad de expresión”.
Chatbots, «los tiempos que vienen»
Otro de los focos de regulación giró en torno a las herramientas de inteligencia artificial, sobre las cuales pesa un proyecto legislativo que actualmente se encuentra en la Cámara de Diputados y que prevé, entre otras cuestiones, el pago de derechos de autor por los contenidos utilizados para entrenar modelos de inteligencia artificial.
«Como una señal de los tiempos que vienen», señala el Instituto Reuters, el 9 % de los brasileños utiliza chatbots de IA para informarse, así como pódcasts para informarse (10 %).
Mientras que el consumo de noticias en televisión y prensa escrita “ha disminuido significativamente en la última década”, lo que hizo que periódicos digitales de gran alcance se vuelquen a estos formatos.
En Brasil, el 17 % paga por las noticias en línea, un número relativamente alto si se tiene en cuenta que en los vecinos Argentina y Chile, solo el 11 % y el 10 %, respectivamente, abona su acceso a los medios.
El porcentaje brasileño está más cercano a Estados Unidos, en donde el 20 % paga por las noticias digitales.
En paralelo, Reporteros Sin Fronteras (RSF) situó este año a Brasil en el puesto 63 de su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, una mejora de 19 posiciones con respecto a la medición anterior.
Y una suba de 47 escalones con respecto al 2022, un año “marcado por una hostilidad permanente al periodismo” por parte del gobierno de Jair Bolsonaro, señala el informe de RSF.