Madrid, 5 may (EFE).- La Guardia Civil ha abierto una investigación sobre el robo de cable en la línea de alta velocidad entre Madrid y Andalucía, que ha afectado a miles de viajeros y ha desatado un nuevo enfrentamiento entre el PP, que pide responsabilidades, y el PSOE, que se ha referido al líder popular como “carroñero”.
Fuentes de Interior han indicado que la Guardia Civil ha abierto la investigación siguiendo instrucciones del Juzgado de Instrucción competente, tras un robo de cable de señalización este domingo que el ministerio de Transportes ha localizado en cinco puntos de los municipios toledanos de Los Yebenes y Manzaneque y que su titular, Óscar Puente, ha calificado de “sabotaje”.
La sustracción del cable, junto al posterior “enganchón” de un tren de Iryo que arrastró la catenaria, según el presidente de Renfe, Álvaro Fernández de Heredia, han afectado en conjunto a al menos 10.700 viajeros y 30 trenes y han causado aglomeraciones en las estaciones de Santa Justa (Sevilla) y Atocha (Madrid).
A mediodía de este lunes, Adif, cuyos servicios jurídicos están redactando la pertinente denuncia por la sustracción de cable, ha informado de que “ya han pasado varios trenes por los puntos de la incidencia y se circula en condiciones normales de explotación (la velocidad normal)”.
Estaciones llenas y viajeros cansados
Pese a todo, cientos de pasajeros se amontonaban aún a última hora de la mañana tanto en el interior como en el exterior de la estación madrileña de Puerta de Atocha Almudena Grandes, según ha podido comprobar EFE.
También en Sevilla-Santa Justa, centenares de personas permanecían desde primera hora de este lunes en la estación en lo que uno de los pasajeros afectados ha calificado como “otro lunes negro”, tras el apagón de hace justo una semana.
Entre los viajeros que todavía esperaban una solución se encontraban Javier y Carlos, dos jóvenes que debían haber tomado su tren a las 6:30 horas para llegar a tiempo a sus puestos de trabajo en Madrid, o Conchi, una sevillana que tenía previsto desplazarse por ocio con su familia hasta Barcelona, y que había madrugado inútilmente para estar en la estación a las 5:30.
Tanto ella como Carla, que también viajaba a Barcelona y se quejaba falta de información, como otros muchos viajeros han celebrado con aplausos el aviso por megafonía de la previsión de reactivación del servicio ferroviario.
Tras llegar por fin a Madrid, otra viajera, Macarena, ha contado a EFE que en su tren “los revisores no tenían idea de qué estaba pasando, tan solo dijeron que había un tren parado delante” y que “la gente actuó con mucha tranquilidad y calma, a pesar de que la información ofrecida fue escasa”.
Por el contrario, Lucía ha relatado que al despertarme a las 5:30 de este lunes ya tenía un mensaje de Adif que le avisaba incluso de la causa -el robo- y luego otro que alertaba de que su tren no saldría de Sevilla a su hora, por lo que pudo anular su billete y reorganizar la jornada para teletrabajar.
El debate político enlaza el apagón con los trenes
Estas incidencias han avivado el debate político tras una semana de enfrentamientos por el apagón. El PP ha clamado contra el “caos ferroviario” de las últimas horas, que a su juicio demuestra el “grave” deterioro del sistema ferroviario y sus frecuentes problemas, y ha exigido al Gobierno una auditoría de la red ferroviaria y la comparecencia urgente de Óscar Puente, así como que se indemnice a todos los viajeros afectados por retrasos.
Desde Andalucía, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha pedido a su vez una “importante inversión” ante las incidencias ferroviarias que se suceden en la región y desde Madrid, la presidenta de esta Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado que “lo que queda claro es que con este Gobierno nada funciona desde hace muchos años” y que “faltan reformas profundas, falta sentido de Estado”.
En reacción a estas declaraciones, el PSOE ha tildado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de “carroñero político” por decir que los incidentes ferroviarios están ofreciendo “imágenes impropias de la cuarta economía del euro”.
Los socialistas han manifestado que el “carroñero político” es “una especie oriunda de la derecha y la extrema derecha españolas” que “siempre trata de aprovechar la desgracia ajena para intentar reanimar su maltrecha carrera política”. EFE
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