Eric San Juan
Ho Chi Minh (Vietnam), 29 abr (EFE).- Pese al gran despliegue de las autoridades para festejar el 50 aniversario del fin de la guerra de Vietnam el 30 de abril, muchos jóvenes que han crecido en un país en paz y relativamente próspero ven con distancia aquel conflicto, en el que les cuesta reconocerse.
An Ha, una mujer de 43 años cuyos padres participaron activamente en la guerra, ve con cierta pena cómo la expectación despertada por los 50 años de la reunificación del país se debe a la grandiosidad del evento más que a su causa.
Desde hace semanas, el centro de Ho Chi Minh (antigua Saigón), el lugar en el que las fuerzas comunistas del Norte derrocaron al Gobierno de Vietnam del Sur el 30 de abril de 1975 y pusieron fin a la guerra, se prepara para acoger un grandioso desfile militar al que acudirán decenas de miles de personas.
Miles de espectadores han colapsado el centro de la ciudad para ver los ensayos y en las redes sociales es el tema principal desde hace semanas, pero An Ha cree que la gente lo sigue solo “por diversión” y no entiende “lo que el país logró”.
“Lo tratan como si fuera un concierto nacional”, se queja.
An Ha es consciente de que su caso es especial, de que aunque su padre, fallecido hace dos años, eludiera hablar de la guerra, era algo que flotaba en el ambiente de su casa. Los mejores amigos de sus padres habían participado y el conflicto todavía era reciente en el empobrecido Vietnam de su infancia.
Acepta con resignación que los jóvenes de su trabajo “no sepan nada ni tengan ninguna curiosidad”, y que cuando la gente viaja a lugares de Vietnam que tuvieron peso en el conflicto, como la isla de Con Dao en la que su padre estuvo preso, prefieran visitar playas que aprender sobre su historia.
Ya en 2009, un artículo académico de Long Le en la Asociación de Estudios Asiáticos advertía de que la generación nacida después de la guerra no sentía un vínculo emocional fuerte con el conflicto y les resultaba algo lejano y abstracto.
Veneradas figuras como el héroe nacional Ho Chi Minh o el general Vo Nguyen Giap (cuya muerte en 2013 conmocionó a la generación que vivió la guerra) han sido sustituidas poco a poco por modelos de nuestro tiempo, y no necesariamente vietnamitas.
De héroes de guerra a Taylor Swift

“Todos admiramos a esas figuras históricas y sentimos respeto por lo que hacen porque lo estudiamos en la escuela. Pero nos sentimos más conectados con gente de nuestro tiempo. Por ejemplo, yo siento una gran admiración por Taylor Swift”, explica a EFE Thuc Nghi Tran, una joven de 24 años.
Giang Pham, un fotoperiodista de 32 años, dice a EFE en Ho Chi Minh (antigua Saigón) que tampoco cree que la expectación despertada por el aniversario se deba a una conexión con la historia del país.
“Veo que es todo muy superficial. En Vietnam es excepcional tener un desfile militar como el previsto el día 30 y la gente tiene curiosidad, por eso va a haber muchísima gente viéndolo. Pero no veo en mi generación ni en la generación más joven que la mía un verdadero interés por aquel tiempo”, dice en un restaurante de Ho Chi Minh.
Pham cree que en el desinterés ha podido influir la propaganda del régimen, la manera en que la historia se estudia en las escuelas y el férreo control de los contenidos sobre la guerra, que impide que los cineastas puedan contar relatos matizados del conflicto y que muestren grietas en ambos bandos.
Sin embargo, la joven Nghi Tran dice que los fastos previstos para este año han despertado en ella un renovado interés por la historia, y cree que el conflicto sí ha dado forma a la identidad del país.
“Otros años simplemente era un día festivo que aprovechábamos para ir de vacaciones, pero este año es diferente y es una oportunidad para que jóvenes como yo queramos saber más”, dice esta fan incondicional de Taylor Swift, que sin embargo estará de vacaciones fuera de la ciudad cuando mañana se conmemore el fin de una de las batallas que marcaron el siglo XX. EE
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